Aprobados y suspensos del Sevilla: sólo Bono y Koundé
Partido menos que mediocre de los de Lopetegui. Se salvaron el portero, que volvió a brillar, y el central francés, que además de defender bien le dio a Munir la ocasión más clara.
Bono: Imperial e inabordable. Como casi siempre.
Jesús Navas: Le pone corazón, a falta de coger la forma o las sensaciones.
Koundé: Se fajó con Joselu y Edgar y le dio incluso para pasarle a Munir el balón que habría supuesto la victoria del Sevilla.
Gudelj: Otra vez central, como en parte del encuentro ante el Betis, y sin fallos reseñables pero tampoco para tirar cohetes.
Acuña: Sin profundidad, parecía mal físicamente y lo confirmó cuando tuvo que abandonar lesionado el campo en los últimos minutos.
Delaney: Tenía la difícil o imposible misión de sustituir a Fernando y, claro, se notó.
Rakitic: Se vació en medio de la mediocridad sevillista, que ya es algo.
Jordán: Vio pronto una amarilla que le condicionó tal vez. Estuvo impreciso, como todo el Sevilla.
Ocampos: Enredado, fue el sevillista que más remates intentó y más peligro creó hasta que le cambió Lopetegui, no se sabe por qué.
Tecatito Corona: Muy lejos del jugador que maravilló en el derbi. No intentó desbordar casi nunca y no creó peligro apenas.
En-Nesyri: Mejoró en el derbi pero volvió a cuajar un partido de nada en Mendizorroza. Torpe, sin desmarques y sin remate.
Óliver Torres: Salió para darle algo más de sentido al juego sevillista, algo que no era difícil. Lo consiguió, a ratos.
Rafa Mir: Véase En-Nesyri.
Luismi: Había jugado un minuto ante el Celta, así que casi debutaba el chaval en el centro del campo y lo hizo con bastante desparpajo.
Agustinsson: Pocos minutos ante la lesión de Acuña, estuvo a punto también de sufrir una desgracia contra un bordillo.
Munir: Falló (otra vez más) el gol que le hubiera dado la victoria al Sevilla casi en el último minuto.