La vida sin Bernardo
El central, que lo había jugado todo, se perderá el partido ante el Oviedo por acumulación de tarjetas
Tras 29 partidos de Liga, el Girona saltará al césped sin Bernardo en el once. El central colombiano ha sido titular en todos los partidos de la temporada (se perdió tan solo 17 minutos de un duelo contra el Zaragoza) pero no estará ante el Oviedo por acumulación de tarjetas. Una baja más que sensible, es evidente su peso en el equipo, que además no tiene fácil sustituto.
Tras un inicio dubitativo, en la que Míchel fue cambiando el once y el sistema, el Girona empezó a escalar y sacar buenos resultados cuando el técnico madrileño apostó por una defensa de tres centrales. Ya casi una tradición en Girona desde los tiempos de Machín, y que ha dotado al equipo de la fortaleza defensiva necesaria para ir subiendo posiciones. Son 21 partidos consecutivos con tres centrales, en los que Santi Bueno, Juanpe y Bernardo han disputado 20 de ellos. Son la base del equipo.
El único partido en el que no coincidieron los tres sobre el césped, como sucederá este fin de semana ante el Oviedo, el Girona cosechó una derrota en el campo del Eibar. En aquella ocasión fue Juncà quien ocupó la posición del central zurdo, pues el jugador de baja fue Juanpe precisamente por el mismo motivo por el que ahora lo es Bernardo: por acumulación de tarjetas. Una situación que puede repetirse en un corto espacio de tiempo pues Santi Bueno (además de Stuani y Terrats) también está a una tarjeta de la suspensión.
Entonces… ¿Qué opciones tiene Míchel? La primera, y quizás la más lógica, es volver a apostar por Juncà en el central. No funcionó excesivamente bien ante el Eibar, pero es que tampoco hay ninguna alternativa ‘natural’: el Girona no tiene más centrales en plantilla. El otro jugador que mejor se puede adaptar, probablemente mejor que Juncà, es Arnau. Inicialmente ascendió al primer equipo como central, por lo que no tendría ningún problema en desenvolverse en dicha posición, pese a que no es una idea que le guste mucho a su técnico. En primer lugar porque ya ha dicho Míchel que no quiere moverle del carril derecho, donde su rendimiento está fuera de dudas, pero es que además tampoco tiene un sustituto claro en ese perfil. Tras la salida de Calavera, mover a Arnau al eje de la defensa abriría un hueco en la derecha también difícil de cubrir.
Siempre cabe la posibilidad de que Míchel varíe el sistema y apuesta por una defensa de cuatro, pero parece poco probable. Exactamente igual que la opción de situar a Víctor Sánchez en defensa. El mediocentro, que ha jugado tanto de central como de lateral a lo largo de su carrera, sufre problemas físicos por lo que parece poco prudente situarle de inicio. De hecho, ni siquiera ha debutado aún con el Girona.