Aprobados y suspensos del Granada: Duarte y Germán prolongan la crisis

Maximiano. Aunque el Cádiz no dispusiese de un arsenal de oportunidades, el guardameta luso salvó a los suyos en varias ocasiones desde un primer momento, como la del 4' tras un fallo de Domingos Duarte. En el 68' interceptó una ocasión de Negredo.

Puertas. Como carrilero buscó incorporarse y llevar peligro desde la derecha, pero tuvo que contenerse en la faceta ofensiva como lateral, ya con inferioridad numérica. En el plano defensivo no tuvo ningún error grosero a pesar de ser extremo, posición que ocupó durante el último cuarto de hora con la entrada de Quini.

Domingos Duarte. A los cuatro minutos tuvo el primer fallo con una cesión interceptada por Negredo y solventada por el meta local. Después fue otro de los nombres propios al derribar el delantero madrileño cuando aún había muchos metros hasta portería, ganándose la roja directa.

Germán. Estuvo torpe en una acción en la que Negredo remató un centro con la testa a la media hora de juego. Poco después un error suyo en la entrega provocó el agarrón de Duarte. Además, cargó desde el primer acto con una amarilla por protestar Eso sí, sostuvo bien a Negredo a pesar de tener el delantero del Cádiz más de una ocasión.

Torrente. De lo mejor del Granada hoy, estuvo muy buen posicionado y bastante seguro en los cortes. A veces estuvo bastante impulsivo.

Neva. El Cádiz buscó entrar por ese perfil, pero el de El Puerto de Santa María se mostró correcto sin ningún fallo destacable, lo primero que se le pide a un defensa.

Isma Ruiz. La tuvo a los diez minutos con un remate con la derecha desde fuera del área. Muy trabajador en el centro del campo, las críticas no pueden centrarse en jugador de su perfil.

Milla. Motor del Granada, fue de lo poco que se salvó en el cuadro local. Intentó mover al Granada, sobre todo en el primer tramo de partido. En inferioridad numérica, tuvo que multiplicarse defensivamente, buscando lanzar a su equipo en las transiciones defensa-ataque y dando calma en las pocas posesiones algo más largas.

Collado. De los locales más destacados, echándose al Granada a la espalda. Dispuso de una de las oportunidades más claras de la noche cinco minutos antes del paso por vestuarios robando un balón en el centro del campo, para marcharse de varios contrarios en una conducción en diagonal y disparando al palo derecho de Ledesma. En el 70' volvió a ejecutar una acción similar, perfilándose el esférico a su zurda tras partir desde la derecha. A veces se le hizo de noche.

Luis Suárez. Autor de un tímido disparo, con bicicleta previa, el 26', fue importante en las jugadas a balón parado en contra. Eso sí, se espera muchísimo más de un jugador de su potencial, prácticamente desasistido hoy, sin aprovechar lo que tuvo, como un contraataque en la recta final, justo antes de marcharse sustituido.

Uzuni. No entró en contacto con el balón demasiado, algo desconectado en la primera mitad al igual que Luis Suárez. De hecho, se quedó en la caseta en el descanso buscando agitar Robert Moreno a su equipo con Darwis Machis.

Darwis Machis. Su veteranía fue un grado para un Granada joven y en inferioridad numérica. Se desfondó en defensa y el poco peligro del Granada pasó por sus botas.

Petrovic. Un error suyo estuvo a punto de costar el gol de Sobrino en el descuento final.

Quini. Su presencia buscó que Puertas tuviese más libertad en ataque. El fernannuñense metió un gran centro al área de meta en el 86' sin encontrar a nadie que lo conectase.

Jorge Molina. Entró en el 85' por un desgastado Luis Suárez. A pesar de ser la referencia ofensiva, intentó proporcionar calma bajando a recibir y descargando a las bandas.

Rochina. Oxígeno para la medular en el descuento final.

Robert Moreno. Revolución en la alineación, con hasta media decena de novedades respecto al once de ante el Villarreal caso de Domingos Duarte, Torrente, Isma Ruiz, Collado y Uzuni, cuatro de ellos por decisión técnica. Empezó con tres centrales, esquema que lo hizo bien en la segunda parte el cuadro amarillo. Sin embargo, la expulsión del defensa portugués le obligó a cambiar a 1-4-4-1. Su equipo se mete en un lío tras no resolver un partido clave para la permanencia. No lo mereció antes de la expulsión de Domingos Duarte y tampoco buscó agitar a los suyos en el segundo acto. La grada pidió su dimisión en los últimos minutos.