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VILLARREAL 5-ESPANYOL 1

Yeremy Pino es un avión

El internacional es el primer jugador en la historia del Villarreal, en Primera, que marca cuatro goles en un partido. El Espanyol, impotente ante el vendaval del canario.

Yeremy Pino celebra uno de sus cuatro goles.
DAVID GONZALEZ

EI Villarreal mantiene el pulso en la carrera por la Champions al Betis, Atlético y Barcelona. Y lo hace con puño de hierro. Ante el Espanyol solventó el compromiso por la vía rápida. En 45 minutos ya había volteado a los de Vicente Moreno, con una presión trabajada y el olfato de gol de  un vendaval llamado Yeremy Pino.

El extremo internacional, que este año estaba algo eclipsado por Chukwueze, destapó todo su potencial ante una defensa espanyolista incapaz de contenerle. Hacía tiempo que no se veía una actuación individual tan deslumbrante en La Cerámica. De hecho, es el primer jugador en toda la historia amarilla, en Primera, que marca cuatro goles en una tarde. Y le sobró casi medio partido. pero no fueron sólo los goles. El internacional fue un peligro constante para el Espanyol, utilizando su habilidad en la conducción y su rapidez para desarbolar una zaga que parecía formada por conos blanquiazules.

Los goles demuestran que además de un extremo hábil e incisivo, Yeremy también tiene el gol del mejor de los delanteros. Sus cuatro tantos lo ejemplifican. En el primero le ganó la batalla aérea a Cabrera con un salto prodigioso, teniendo en cuenta que el canario mide 18 centímetros menos que el uruguayo. En el segundo, se movió como un ratón en el área para recoger una buena dejada de Capoue y cruzar lejos del ámbito de Diego López. En el tercero esprintó para ganar a su defensor, recoger un despeje de Diego López a disparo de Danjuma, y remachar a la red. Y en el cuarto, recibió en profundidad, regateó a Diego López con un toque sutil y marcó a puerta vacía.

El buen hacer del Villarreal coinicidió con una apatía evidente de un Espanyol que fuera de casa es una sombra de lo que es en Cornellà-El Prat. Perdedor en los duelos, con mal pie en la salida de balón y un flan en las jugadas a balón parado. El Villarreal hizo tres en la primera parte pero bien podía haber marcado cinco. Ya con el cuarto de Yeremy, el Espanyol cambió algo la cara aunque ya estaba todo perdido. Al menos el gol de Baré mostró algo de vergüenza torera. Incluso pudo marcar el segundo tras una mala salida de Rulli que llegó a tocar el balón con la mano fuera del área. Pero en la siguiente jugada, Boulayé Dia hizo el quinto.