El mes que cambió la vida a Gabriel
El futbolista hizo las maletas y dejó su casa para curarse de su lesión en Madrid. Ayer regresó a lo grande, con titularidad, golazo y victoria. Justo antes del duelo ante el Athletic.
Bordalás alineó ayer de titular a Gabriel Paulista después de 119 días lesionado del bíceps femoral. Los médicos del club, al margen de todo el proceso de recuperación del hispano-brasileño, habían recomendado durante la semana que lo ideal era que sólo jugara unos minutos. Pero Gabriel y Bordalás lo tenían claro. Era el momento de volver tras cuatro meses de sufrimiento. Titular, capitanía y golazo por la escuadra a los tres minutos de juego. Fue una liberación después de tanto trabajo en el que incluso le habían recomendado pasar por el quirófano y decir adiós a la temporada. El círculo feliz se cerró con la victoria del Valencia en Mallorca y el central completando los 90 minutos.
"¡Este gol es para todos nosotros! Es un grito de amor y de lucha", escribió en su cuenta de Instagram Gabriel Paulista tras el partido junto a un vídeo del gol y una foto de la celebración. Una lucha que emprendió en solitario justo después de las vacaciones de Navidad. Los médicos del club le habían recomendado pasar por el quirófano tras una segunda recaída pero el hispano-brasileño, tras consultar a varios especialistas (uno de ellos de su máxima confianza en Brasil) decidió ponerse en manos de Fermín Valera, un especialista en la técnología EPI (Electrólisis Percutánea Intratisular), co-director de la clínica MVClínic, que colabora con equipos de Primera División, como el Getafe, el Atlético o el Rayo; otros muchos de Europa; varios tenistas de la ATP; e incluso jugadores del World Pádel Tour. Un fisioterapeuta con el que ya se han tratado esta temporada además de Gabriel, otros jugadores del Valencia como Foulquier y Omar Alderete.
Valera ya había viajado tres veces a Valencia para realizarle las sesiones de EPI pero el seguimiento y la evolución se había hecho a distancia y por medio pilaron las vacaciones de Navidad en las que el futbolista se marchó a Brasil. El tratamiento sólo había funcionado a medias y Paulista recayó por segunda vez. Y tras superar el disgusto, decidió que era ahora o nunca. "¡El quirófano al caraio!" puso en sus redes sociales y decidió instalarse en Madrid durante un mes, tal y como desveló AS el 17 de enero, para tratarse día a día junto con el equipo de Fermín Valera: dos semanas de camilla, con el sistema EPI, y dos semanas de rehabilitación al trabajo. Sesiones de mañana y tarde. Sólo aparecía por Paterna en sus días libres.
Y ese mes le cambió la vida a Paulista. Curó la lesión, con duras sesiones de trabajo que fue publicando en Instagram. Hace dos semanas, en Paterna, comenzó su readaptación al trabajo de manera individual y esta semana se incorporó al grupo tras haber estado en el banquillo durante el partido contra el Barça, de una manera testimonial. Su golazo al Mallorca es el premio a todo este esfuerzo y a una decisión: abandonar su casa durante un mes para acabar con una lesión que le estaba dando más problemas de los que se presuponía en un principio. "Es un sabor muy especial, a nivel individual porque he pasado momentos muy complicados. Escuché a gente que decía que no quería volver a jugar con mis compañeros", dijo con rabia tras el partido. Y llega a tiempo para el partido más importante de la temporada. 90 minutos que pueden volver a meter al Valencia en una final de Copa, el único título que Gabriel ha ganado como valencianista."Esta victoria es un salto muy importante para el partido de Copa", comentó.