Piqué, a Laporta: "Sin Messi, se arregla el tema del fair play financiero"
El País desvela que el central del Barcelona habló con el presidente en busca de encontrar una solución. Pidió no renovar al argentino como vía de escape.
La no renovación de Messi con el Barcelona y su fichaje por el París Saint Germain es ya historia del deporte. Sin embargo, todavía choca por cómo se produjo. Joan Laporta estaba convencido, o al menos eso hacía ver públicamente, de que el argentino podría renovar y seguir su carrera deportiva en el Barcelona. El 4 de agosto, por el contrario, el presidente llamó al padre del '10' y le dio la noticia: no podían renovarle. El periodista Juan I. Irigoyen, en El País, ha repasado paso a paso cómo se produjo su marcha y ha desvelado una inesperada jugada de Gerard Piqué.
Messi no terminaba de entender por qué no se había firmado finalmente el contrato pactado. Es entonces cuando le llegó una información sorprendente: Piqué no abogó por su renovación a toda costa. Según El País, el central le dijo a Laporta: "Sin Leo, se arregla el tema del fair play financiero". Y así fue. La marcha del astro argentino permitió al Barcelona empezar la temporada con una situación relativamente controlada y el esfuerzo de algunos futbolistas, entre ellos el propio Piqué, condujo a la inscripción de fichajes como el de Memphis Depay.
Apareció la opción del PSG, que Messi vio con buenos ojos por el alto nivel competitivo y la presencia en la ciudad de amigos de la selección o Neymar. En el reportaje de El País, se recogen algunos testimonios de los castellanoparlantes del vestuario: "Es más social, te pregunta cosas, él también cuenta cosas de su vida". Sin embargo, otras voces apuntan lo contrario: las que no conocían con anterioridad a la leyenda del Barcelona. "No habla. Se sienta en su sitio, se queda callado y mira todo", desvelan. Y hay más: "Cuando está él en el vestuario, todo es diferente. Hay otro clima. Impone respeto".
El argentino también sufre en lo que respecta a su vida personal. Empezó viviendo en el hotel Le Royal Monceau, junto a su familia. Sus primeros días fueron una aglomeración constante de prensa y aficionados, a diferencia de su tranquila vida en Castelldefels. Además, tardaba una hora en llegar a sus hijos al colegio y otra en llegar a las instalaciones del PSG. Tras el cierre de jornada, se encerraba en el hotel. Tras dos meses así, acabó mudándose al barrio de Neuilly-sur-Seine, algo lejano al centro. El País recoge testimonios de su entorno: "Fue importante para él dejar el hotel". Con el paso del tiempo, Messi ha ido adaptándose a su nueva vida y cada vez está más cerca de su mejor nivel.