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RACING | EL ALARGUE

¡Acabáramos! El problema es que no hace milagros todos los días

El Racing llega al duelo con el Deportivo tras otro insulso empate frente al Badajoz y con su entrenador echando de menos mejor aportación de Pablo Torre

Santander
¡Acabáramos! El problema es que no hace milagros todos los días
Nacho CuberoDiario AS

De como mentir diciendo una verdad

"Tenemos que conseguir que Pablo tenga mucho acierto. Hoy ha tenido mucha producción, posibilidad de producir, y tampoco ha estado con todo el nivel de acierto ni en el pase, ni en la ejecución, ni en el tiro...". Guillermo Fernández Romo dixit. Ese debió ser el problema del nuevo plomazo de partido que perpetró el Racing ante un rival que llevaba 15 días saltando de lío en lío y que apenas entrenó en la última semana. Tiene más razón que un santo el técnico madrileño. Han sido tantos los partidos que le ha resuelto un chispazo del de Soto de la Marina que le supongo desconcertado al ver que esta vez había que ganar sin una genialidad de Pablo (el árbitro, por cierto, permitió que le brearan los tobillos en las cuatro primeras acciones del choque). El chaval no tuvo su mejor día, 100% cierto, ¿pero realmente es justo que la primera vez que señalas a un jugador en toda la temporada sea a tu mejor futbolista? ¿Nos perdemos algo?

Cuatro centrales

El Racing tiene cuatro centrales en la plantilla, Mantilla, Pol Moreno, Bobadilla y Satrústegui y cada vez viene siendo más raro que no jueguen los cuatro a la vez. Los amantes de los números me dirán: cuatro partidos sin encajar un gol..., ahí lo llevas. Touché. Los números no se discuten, pero se pueden explicar. Siendo cierto eso, que también se ha producido con Unai Medina en un costado y con Simón en el otro, lo que realmente me resulta preocupante es que no haya ningún margen de maniobra cuando eres incapaz de generar nada en campo contrario, tus centrocampistas parecen moverse entre arenas movedizas y las bandas no les dan alternativas. Sanse en El Sardinero, cero al cociente y acabas con los cuatro centrales. Badajoz en El Sardinero, cero al cociente y acabas con cuatro centrales. ¿No se podía sacrificar un defensa e ir a por el partido o, simplemente, meter uno más ofensivo como el recién fichado Javi Vázquez (que ha venido para eso) para dar más profundidad? Ni mi amigo lo entiende.
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Nacho CuberoAS

Para gustos, los colores

Todas las opiniones son válidas en el fútbol y, sabiéndolo, discutimos apasionadamente sobre ellas. Yo tengo un amigo, que ve el fútbol a metro y medio mío, al que le pareció que el Racing y el Badajoz hicieron un partido más que estimable y que fue su nivel parejo el que propició el empate sin goles. A mí me parecieron dos catástrofes a los que ni tan siquiera les descubrí carácter para luchar por el triunfo y no estuvieron dispuestos a arriesgar lo más mínimo para estar más cerca de ganar (o perder, claro, que ese es el riesgo cuando das un paso al frente). Pero bueno, si por mi amigo fuera, Sergio Marcos jugaría siempre y yo, en cambio, no me permitiría el lujo de sacar a Soko del terreno de juego ni en los descansos. En eso soy como los jugadores del Badajoz, que se hicieron cruces en el vestuario cuando les dijeron que Soko sería suplente.

La bombita

A lo mejor me sorprende el míster del Racing y sale en Riazor con un par y el 4-2-3-1 que más cosas le ha resuelto esta temporada, con Soko, Pablo Torre y Camus (o Bustos) en la línea de tres cuartos. Pero, la verdad, lo dudo. La inmensa mayoría de los romólogos que conozco se espera una bombita (de corte defensivo) en el once inicial. Como ya no puede alinear más centrales que los que viene utilizando, la novedad puede llegar con un trivotazo de manual, con Íñigo, Tienza y Borja Domínguez juntos, a costa de desguazar la línea de creación, que en este equipo es la de mediapunta y no la de los pivotes. Cargarse a Pablo significa, como ya ha experimentado en carne propia, jugarse el físico si le sale mal. Más barato, aunque no gratis, es mandar a negro a cualquiera de los extremos, más ahora que tiene a Arturo, que a él le vale en todos los sitios. Si gana, vale todo. O casi.
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Nacho CuberoAS