Asensio enseña los dientes
El balear salva al Madrid con su partido más incisivo: siete remates, seis a puerta. Ancelotti le respalda: "No necesito decirle que tire más, él ya lo sabe".
El Real Madrid caminó sobre el alambre ante el Granada en el Bernabéu, pudo tropezar y dejarse dos puntos, incluso tres de no ser por Courtois en la primera parte, repitiendo un guion que se ha visto demasiadas veces este curso: equipos modestos que se ordenan en defensa y cierran todos los caminos a un Madrid que, además, ante el Granada echó de menos a Benzema y Vinicius, sus dos principales artilleros, con 24 y 15 goles respectivamente. Suerte para los blancos y suerte para Ancelotti que apareció el tercero en el podio de máximos realizadores: Marco Asensio.
El balear llegó al duelo con siete dianas, cinco de ellas en LaLiga. Suyas fueron las dos mejores ocasiones del Madrid en el primer tiempo, dos remates despejados por Maximiano; también andaba en el ajo del autogol que casi se anota el Granada, tratando de despejar un centro de Carvajal para Asensio. En la segunda parte, con la mejoría general blanca, encontró más espacios en la frontal para hacer daño y terminó por cuajar su partido más incisivo de la temporada: siete remates, seis de ellos a puerta, más de la mitad de los de todo el equipo (11).
Su mejor precedente hasta el momento fue la visita del Mallorca al Barnabéu, allá por septiembre, día en que jugó como improvisado interior en el mediocampo y, desde ahí, hizo un 'hat-trick' rematando cinco veces, las cinco entre palos. Con su estupenda pegada, lo que Ancelotti le pide son duelos como este, en el que suelte la zurda a la mínima oportunidad. Ante el Athletic en Copa, en 90 minutos, no probó el tiro ni una vez. Le pasó también en 45 minutos ante el Getafe (derrota por 1-0), en 69' frente a Osasuna (0-0 en el Bernabéu) y en 81' contra el Villarreal (también 0-0 en casa).
Esa timidez en su juego ha generado algunas dudas entre la masa social sobre el rendimiento del balear; frente al Granada mostró su rostro más descarado, en el remate y también desde lo gestual: se arrancó a pedir ánimos a la grada durante el segundo tiempo, con el Madrid cada vez más efervescente en ataque, y con el gol soltó tensión a chorros durante su celebración, en la que le sobró hasta la camiseta. Son ocho goles en 1.225 minutos, gracias a sus 36 remates, 26 de los cuales fueron entre los tres postes. Promedia este curso 2,6 remates cada 90 minutos; todo lo le acerque a sus números frente al Granada le aproximará también a garantizarse un puesto en el once titular.
En ese apartado juega Asensio con cierta ventaja, pues el extremo derecho es, sin duda, la posición más abierta a la competencia interna del equipo blanco. Rodrygo y el balear se han ido repartiendo los minutos durante el curso y el propio Ancelotti ya explicó que sus diferentes perfiles entran o salen en función de las características de cada partido: el brasileño es más eléctrico y tiene un idilio con la Champions, Asensio se mueve mejor en las posesiones largas, su golpeo es insuperable y es además un goleador más constante. Y con esos goles está ganando Asensio la batalla: Rodrygo apenas suma dos goles en 1.339 minutos; el ex del Santos reparte mucho más goles (seis asistencias, una para el balear), pero le cuesta ser decisivo.