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COPA DE ÁFRICA

De La Masia a campeón de África

Keita Baldé se coronó este domingo ante Egipto. Nacido en Arbúcies, jugó en Senegal para honrar sus raíces. Ahora, es uno de los nuevos reyes de África.

De La Masia a campeón de África
KENZO TRIBOUILLARDAFP

Keita Balde Diao nació un ocho de marzo de 1995 en Arbùcies, Girona. 26 años después, el joven que destacó en el fútbol catalán es uno de los nuevos reyes del balompié africano. De padres senegaleses, Keita pudo jugar con España, pero decidió defender la nación de su familia. Sus raíces. Unas que desde ayer puede presumir que están bañadas en oro.

Este domingo, Senegal se impuso a Egipto en la final de la Copa de África. Los penaltis decidieron el título. Primero, el que falló Sadio Mané y en la tanda, el que el propio delantero del Liverpool convirtió para dar el título a los Leones de la Teranga. El primero de una generación dorada de la que Keita forma parte. "Decidí jugar con Senegal por las raíces de mis padres. Por poder ver la sonrisa a mis padres y para que se sientan más orgullosos por mí. Verme jugar por su país a pesar de nacer en España. Ese sueño de mi familia es una de las mejores decisiones que he tomado. Nunca he dudado y cada día estoy más contento. Hacer feliz a tanta gente es un orgullo", aseguró en una entrevista con este diario en abril de 2020.

Aunque debutó como titular ante Zimbabue y solo disfrutara de un minuto ante Guinea, Keita Baldé celebró desatado el triunfo de los suyos y con los suyos. Mendy, Mané, Koulibaly, Sarr, Gueye, Dia... y Aliou Cissé, el 'comandante' que les ha guiado a la victoria. Una con la que Keita soñaba desde que empezó en la Damm.

La prolífica cantera del fútbol catalán fue su casa antes de pasar a La Masia. El Barcelona captó el talento de Keita en 2004 donde fue escalando hasta el sub-16. Un problema disciplinario acabó en cesión al Cornellá. Lo que al principio era un problema, hoy lo recuerda como enseñanza asegurando que "aprendió mucho al salir del Barça".

A su regreso, inició su aventura internacional en la Lazio, a la que llegó como juvenil, para pasar por Mónaco, Inter, Sampdoria y ahora, Cagliari. Una experiencia que le ha servido para conocer distintas maneras de entender el fútbol, pero también para aprender distintas culturas y manejarse sin problema en varios idiomas mezclando su español con un particular acento italiano.

Allí ganó la Supercopa con la Lazio. A esta medalla se suma hoy en su palmarés el título más especial de su carrera, la Copa de África de 2022. La mejor noticia antes de intentar colarse en la lista para el próximo reto: volver a ganar a Egipto y cerrar su plaza en el Mundial de Qatar. Este sería el segundo de su carrera tras disputar el anterior en Rusia en 2018.

Antes, tendrá que salvar la plaza del Cagliari en la Serie A como pareja arriba de João Pedro en el 3-5-2 de Walter Mazzarri. Con tres victorias en los últimos cinco partidos, Keita Baldé se encontrará a un Cagliari a dos puntos del descenso en su regreso a Cerdeña. Allí le esperan su pareja, Simona, y sus dos hijos, que han visto a 'papá' coronarse como nuevo rey de África desde la distancia.

Un triunfo celebrado en Senegal y en Lleida 

El triunfo de Keita Baldé y Senegal se celebró en su país y también en distintas ciudades de España donde miles de compatriotas desplazados buscan un futuro mejor lejos de casa. Padres como los de Keita, llegados desde África que buscan salir adelante (tenían un locutorio en su ciudad natal cuando Keita era un crío) y chicos y chicas como él, ya nacidos y criados en Europa, pero interesados por sus raíces y la cultura del país de sus padres. 

Si en algún sitio se celebró con aún más enfásis fue en Lleida, donde Keita es visto por la comunidad africana local como un ídolo más allá de sus goles. Sin alardes, en la primavera de 2020, Keita Balde escuchó la complicada situación de 200 temporeros africanos que trabajaban en la temporada de recogida de fruta de hueso y se veían obligados a dormir en la calle en uno de los tramos más duros de la pandemia de Covid-19. Este se lanzó a ayudar sin pensarlo ni un minuto. 

Aunque Keita, a través de la activista Nogay Ndiaye y Sergine Mamadou, se ofreciera a pagar alojamiento en hoteles, se encontró con verdaderas trabas y excusas. "Yo quería buscar soluciones y no quedarme de brazos cruzados ante estos paisanos míos que estaban durmiendo en la calle. Yo mismo les he llamado para ver qué necesitaban y ver qué podía hacer por ellos", dijo Keita en una entrevista en AS. El futbolista, entonces en el Mónaco, fue siguiendo la situación desde el Principado y puso el foco en busca de solucionar la situación de sus compatriotas. Alimentos, ropa de una marca que cerró... Keita ayudó con todo lo que pudo y señaló el problema de cara al futuro para que fueran las instituciones las que se le adelantaran. "Viene de bastantes años atrás y esperemos que en el futuro esté todo mejor preparado y no surja este problema. Yo quería enviar este mensaje, en este momento en el que pasan muchas cosas, para demostrar que es importante estar unidos y que si uno quiere ayudar, ayuda. Hay que actuar y no hablar", sentenciaba. Porque al campeón no le define la victoria, lo hacen sus actos. Ahora, esta le ha seguido sobre el verde. Todo un León dorado, para alegría de sus hermanos y hermanas que celebraron en casa y alrededor del mundo.