Indignación y gritos contra Presa de los aficionados del Rayo

El Rayo Vallecano-Mallorca vivió gran parte de la primera mitad con un tercio del estadio vacío. El fondo presentó la mayoría de butacas vacías, ante la incredulidad de los futbolistas locales, que salieron al césped esperando el habitual ambiente ensordecedor. Mientras, en los aledaños del Estadio de Vallecas, cientos de personas clamaban contra Martín Presa, presidente de la entidad. El club, por indicación de la coordinadora de seguridad de la Policía, dio la orden de que no entrara nadie con distintivos del fondo de animación Bukaneros, grupo radical de aficionados rayistas.

Los operarios del club comenzaron a hacer un registro exhaustivo a los aficionados que iban a entrar por el fondo, demorando así la entrada a tiempo de todos ellos. Algunos se negaron a dejar en la puerta sus vestimentas, lo que provocó todavía más retraso. En las colas, que daban la vuelta a la calle, se escucharon continuos "Presa, vete ya", en señal de enfado por los últimos episodios acontecidos con la contratación de Santiso y el bloqueo a la entrada en lo que era uno de los partidos más importantes de la historia reciente de la entidad.

Con el paso de los minutos, la gente fue entrando poco a poco. Entre tanto, en el estadio se vivían dos partidos: a pie de césped, los jugadores; en la grada, todo un público hermanado lamentando que el fondo estuviera vacío en un duelo de tal calibre. Cerca de la media hora en el electrónico, se apreciaba ya una gran entrada en dicho sector. Muchos de los seguidores, para sorpresa, iban sin camiseta. Aficionados presentes en el lugar de los hechos explican a AS que algunos de ellos habían optado por entrar así, ante la imposibilidad de estar dentro con sus ropas vinculadas a Bukaneros. No todos los que estaban presentes en la entrada acabaron accediendo al feudo rayista. La seguridad bloqueó la posibilidad a algunos, otros se marcharon por las largas demoras... Un episodio que aumenta todavía más el clima de tensión entre seguidores y directiva. Un problema para el club, tras varios episodios cruentos en las últimas semanas.