Dani Jiménez se despidió del Alcorcón entre lágrimas
En la sala de prensa alfarera rodeado de los compañeros, el cuerpo técnico y los directivos del Club. El guardameta se despidió del equipo emocionado.
Esta semana ha abandonado la AD Alcorcón uno de los jugadores más importantes de la última década. Un jugador que no solo ha calado y ha impregnado el Club con su buen hacer dentro del terreno de juego, también se ha ganado los corazones de los aficionados. La noche del cierre del mercado de fichajes del Alcorcón se anunciaba el fichaje por parte del Leganés de Dani Jiménez. El guardameta abandona el Alcorcón a donde llegó en la temporada 2015/16 y donde ha disputado 140 partidos de Liga y 10 de Copa en los que ha dejado la portería a cero en 46 partidos y ha encajado 185 tantos. Pero Dani ha sido y es en el Alcorcón más que estadísticas. Es un sentimiento, un jugador querido por la afición, que era el primero al que los niños pedían fotos, un ejemplo de humildad y perseverancia dentro y fuera del campo, un modelo de futbolista trabajador y detallista.
Este martes abandonaba el Alcorcón entre lágrimas y aplausos. Se le ha hecho muy difícil al lebrijano sentarse frente a sus compañeros, entrenadores y directivos y despedirse. Con la voz permanentemente entrecortada ha explicado que “No ha sido una decisión fácil dado el cariño que tengo por el Club. Que es y seguirá siendo tremendo. Se me ha presentado una oportunidad idónea para seguir creciendo a mi parecer y todo ha sido muy rápido”. El portero ha agradecido a “Ignacio (director general), Emilio (director deportivo), a Iván (dueño del Club) por su empatía y agilizar todo… Tengo que agradecer todo lo que he vivido aquí. He aprendido y he crecido como persona. Agradeceros a todos, compañeros, trabajadores del Club que con su sonrisa y bondad me ayudaban cada día”. Sin dejar de llorar reconocía que “He sido un privilegiado por estar en un Club donde me han querido de verdad”. Jiménez ha destacado la ayuda de “Javi Rodas, si a día de hoy tengo un rendimiento óptimo ha sido por su implicación y enseñanzas. Gracias por todo lo que habéis hecho por mí. Tenéis aquí un amigo y un alfarero de por vida”.
Tras estas palabras la sala de prensa se rompió en aplausos ante un Dani Jiménez desconsolado. “Lo cierto es Dani Jiménez deja un huella imborrable”.