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EL REPORTAJE

Karanka: "No me importa que me den palos por proteger al equipo"

Tras su paso por la Federación, los tres años como mano derecha de Mourinho en el Real Madrid y su triple experiencia inglesa, se siente preparado para entrenar en el fútbol español.

MadridActualizado a
Aitor Karanka, dirigiendo al Birmingham City.
George WoodGetty Images

Detrás de su sobriedad y discreción, Aitor Karanka (Vitoria, 48 años) encierra a uno de esos profesionales del fútbol que hizo una carrera brillante como jugador y que ahora intenta también hacerse un hueco en la elite como entrenador, sabedor y conocedor de que las dificultades a las que se enfrenta serán infinitamente superiores a las de su primera experiencia. Entonces, medio en silencio, a su manera, jugó ocho años en el Athletic, en dos etapas y por medio cinco en el Real Madrid, donde ganó tres Champions, una Liga, dos Supercopas de España y una Intercontinental.

En el banquillo, después de su paso por las selecciones inferiores de la Federación y estar tres años como mano derecha de Mourinho en el Real Madrid, comenzó su singladura en solitario en el fútbol inglés, donde encadenó tres clubes: Middlesbrough (2013-17) con ascenso a la Premier incluido; el histórico Nottingham Forest (2018-19); y el Birmingham (19-20). Su gran reto ahora es entrenar en el fútbol español, aunque su maleta está preparada para cualquier contingencia.

-Mientras llega el momento, no pierde el tiempo…
-Intento estar lo más actualizado posible. Estuve de observador de la UEFA en la Eurocopa. Ahora continúo en la Champions. Es una gozada. Ves fútbol en directo de altísimo nivel y estás al tanto de todas las tendencias que surgen. También doy conferencias que organiza la UEFA y me permiten estar en contacto permanente con entrenadores. Por último, estoy preparando ya la tercera edición del congreso de entrenadores (AK Coaches’world), que es una experiencia muy bonita que tiene su origen en el ‘tercer tiempo’ que los entrenadores hacen después de los partidos en el fútbol inglés.

-Parece interesante.
-Y lo es. Al principio de llegar a Inglaterra yo no terminaba de entender muy bien esa costumbre de que los entrenadores se reunieran después de los partidos en la ‘manager room’ para hablar del propio encuentro o de fútbol en general, sobre todo cuando habías perdido y no tenías ganas de nada. Posiblemente era porque es algo que no va con nuestra forma de ser. Pero a base de hacerlo, tanto cuando ganabas como cuando perdías, me pareció una experiencia interesante. Te permite conocer a muchísimos colegas como en mi época a Wenger, Pellegrini… y compartir ideas sobre el fútbol. Es lo que intentamos trasladar al Congreso.

"Si soy entrenador se lo debo a Hierro, que casi me arrastró a sacarme los cursos"

Aitor Karanka

-Para haberse hecho entrenador casi a empujones, se lo está tomando muy en serio.
-Si lo dice porque me hice entrenador por Fernando Hierro, que casi me tuvo que arrastrar para que fuera con él a hacer los cursos, sí es verdad. Pero luego una cosa fue llevando a la otra. Primero estuve en el cuerpo técnico de la Federación y poder trabajar en el equipo de Vicente del Bosque, con Toni Grande y Javier Miñano y el propio Fernando Hierro fue una experiencia apasionante para alguien que empieza. En aquellos años se ganaron el Mundial y la Eurocopa. Después tuve la suerte de que me llamaran el Real Madrid y José Mourinho. De buenas a primeras estás en el banquillo del Real Madrid con el mejor entrenador del mundo y luego ya llegó mi experiencia en solitario y es cuando el venenillo se me metió dentro y ya no puede salir.

-¿Se puede saber ya quién le apadrinó en el Real Madrid para que Valdano llamara a Hierro y le dijera que Mourinho le quería en su cuerpo técnico como asistente? Porque usted no conocía a Mourinho de nada.
-No lo conocía de nada. Cuando me llama Fernando pensé que me estaba vacilando y le dije que no bebiera whisky por la mañana que eran muy malos. Pensaba que era una broma. Cuando ya fuimos conociéndonos un día Mourinho me dijo que a él siempre le gustaba tener un exjugador del club en su equipo de trabajo y que le presentaron una lista de 'ex' con el carné de entrenador. Comenzó a preguntar a gente de su confianza y en mi caso preguntó a Mijatovic, Seedorf y Figo y los tres le hablaron bien de mí. De hecho, me dijo que podía estar orgulloso de tener tan buenos amigos. Por eso digo que mi carácter siempre ha sido el mismo y quiero que no cambie porque me permite tener amistades como estas.

-Un exfutbolista con tres Champions, ¿notaba cuando comenzó a trabajar con Mourinho que él no había sido un futbolista de elite o tenía las ideas tan claras, manejaba tan bien su faceta de entrenador, que esa posible carencia no se notaba en ningún momento?
-Él alguna vez me preguntaba precisamente por eso, por conocer ese vestuario, por conocer el club, me pedía que le dijera detalles en los que podía mejorar y yo lo que le decía es que me hubiera encantado ser jugador suyo. Es un entrenador que lo tiene todo controlado: entrenamientos, organización, rivales… todo lo que te puedas imaginar. Cuando tienes un entrenador así, que haya sido jugador de elite o no, no tiene mucha importancia. Lo que el jugador quiere es tener un entrenador que sepa, que tenga esa personalidad y te convenza de lo que tienes que hacer.

"Fui ayudante de Mourinho porque Mijatovic, Seedorf y Figo le hablaron bien de mí"

Aitor Karanka

-Usted, de entrenadores de todos los estilos estaba sobrado…
-Ya lo creo. Muchas veces se habla de los equipos en los que has jugado, de los títulos que has ganado, pero no de los entrenadores con los que has trabajado: Heynckes, Vicente del Bosque, Valverde, Irureta, Luis Fernández, Clemente, Mendilibar, Hiddink, Toshack, … Tantos, tan buenos y tan diferentes que de todos te quedas algo e incluso recuerdas como hacían determinadas cosas. Lo importante es coger lo mejor de cada uno y guardártelo para ti.

-Para un buen conocedor de Javier Clemente, como es su caso, ¿cree que tiene puntos en común con Mourinho?
-Lo que podían tener de parecido era su carácter, el hecho de sacrificar su imagen, su persona, por el bien del equipo. Les daban igual las críticas que pudiesen recibir mientras dejasen tranquilos a los jugadores. Muchas veces pensé la fuerza que había que tener para aguantar todas esas críticas para liberar al equipo.

-¿Y usted, como entrenador, es de esos?
Cuando decides ser entrenador sabes que lo más importante es el equipo y sabes que en determinados momentos te vas a tener que poner en medio y en ese sentido a mí no me importa. Empecé en Bilbao con 19 años y en 25 años de profesional he tenido críticas de todos los colores, así que, si en momentos puntuales, los palos me llegan a mí para salvar a los jugadores, no tengo ningún problema. En Inglaterra las críticas son un poco más suaves que aquí, pero sí, cuando he tenido que hacerlo, lo he hecho.

"Para jugar lo mejor posible, tienes que tener los mejores jugadores posibles"

Aitor Karanka

-Se podría decir que como entrenador fue a la cuna del fútbol, como el estudiante que va a aprender inglés a Oxford y Cambridge.
-Tenía claro que como entrenador quería comenzar a trabajar fuera de España. Ya me hubiese gustado ir de jugador a Inglaterra y nunca se dio. Tuve la inmensa suerte de encontrarme en mi camino con el presidente del Middlesbrough y viendo como está ahora el panorama también la mala suerte de que a lo peor no vuelvo a encontrarme una situación parecida.

-Estar tres años con Mourinho a diario, convalidan muchos cursos de aprendizaje.
-Y con su cuerpo técnico. Intentaba ser una esponja. Cada segundo era una experiencia. Fueron como un Master pagado. Y además en el Real Madrid.

"Ahora tengo la puerta abierta en España, pero no me arrepiento de mi etapa inglesa"

Aitor Karanka

-He leído en alguna entrevista suya que el Real Madrid lo devora todo, que la exigencia en este club es muy abismal.
-Me refería a la exigencia. Los que hemos estado dentro como jugador o técnico, la vemos como normal, pero no lo es. Cuando llegué de Bilbao tenía ya 23 años, pero al primer entrenamiento me di cuenta de que en el Madrid había que ganar los cinco para cinco… y si no tenías la bronca de tus compañeros. Desde el primer día te das cuenta de que no valen las bromas. Aquí es ganar. Y de entrenador es la misma. Lo que tienes que tener es cuidado, porque todo el mundo no tiene esa mentalidad, ni la entiende.

-Extrañó que comenzara su carrera como técnico en Inglaterra y que todavía no haya tenido ninguna oportunidad en el fútbol español. Ahora sí parece abierto a esa posibilidad…
-Sí. En su momento me decidí por el Reino Unido por un tema familiar, por los chicos que estaban en una edad en la que pensamos que una vida en Inglaterra sería muy positiva para ellos sobre todo por los estudios. Después de salir del Middlesbrough, de haber estado en la Premier, tuve bastantes ofertas, pero preferí seguir allí. Ahora todo es distinto, los niños han crecido y por supuesto que estoy abierto a trabajar en el fútbol español, ya estamos asentados en Madrid.

"Athletic y Madrid me marcaron como persona y jugador; es un privilegio, un orgullo"

Aitor Karanka

-De sus palabras se deduce que el fútbol es un libro abierto para usted. Asimiló y defendió los principios futbolísticos de Mourinho y, sin embargo, no tiene problemas en reconocer públicamente que le encanta el juego del City de Guardiola.
-Posiblemente sea por ese carácter del que estamos hablando tanto y de que sé amoldarme a lo que tengo. Ahora estoy pudiendo ver a los mejores equipos de Europa, pero soy consciente de que si encuentro equipo no voy a poder tener esos jugadores del Liverpool, del City, del Chelsea… y tendré que adaptarme a los que tenga. Mourinho, por sus méritos acumulados, pudo ir a los equipos y fichar jugadores de las características que le gustan. Siempre me hizo gracia eso de que es un entrenador defensivo. En la Liga de los 121 goles, un equipo defensivo no lo hubiera conseguido. Yo también venía de la Selección española de su mejor época. A todos nos gusta jugar lo mejor posible, pero para ello necesitas los mejores jugadores posibles. En el Middlesbrough, no jugaba igual de bien el primer año cuando llegué, que peleábamos por el descenso, que el último que estábamos en la Premier y habíamos subido con una plantilla hecha para el estilo de juego que queríamos. Le dije a su dueño que si me fichaban por ser español y porque pensaba que íbamos a jugar como la Selección española, habría que fichar a Iniesta, Xabi, Xavi… y a todos esos jugadores. A todos los entrenadores nos gusta jugar lo mejor posible, pero tienes que tener esos jugadores.

-El jueves tenemos un majestuoso Athletic-Real Madrid de Copa. Sus dos equipos. Como jugador ganó, empató y perdió con las dos camisetas. ¿Qué partidos guarda en su memoria?
-Nunca podré olvidar el primero que jugué con el Athletic. Heynckes era el entrenador y yo debía tener 20 años recién cumplidos. Además, ganamos. Aquello fue inolvidable. El ambiente de San Mamés. En el Madrid estaba Del Bosque de entrenador. Era la temporada 93-94. Con el Real Madrid, recuerdo uno con Del Bosque recién llegado al cargo. Yo venía de no jugar con Toshack e Hiddink y Vicente me puso. Ganamos en el Bernabéu.

-Preguntarle quién quiere que gane el jueves es preguntarle a quién quiere más, si a papá o a mamá.
-Es así. Son los dos clubes que me formaron. Si tengo este carácter, esta forma de ser, es porque tuve la suerte y el privilegio de pertenecer a ellos. A Bilbao fui con 15 años. Vivir el Lezama de aquella época fue impresionante. Estaba Howard Kendall de entrenador del Athletic y te cruzabas con él por las instalaciones. Yo era un niño y además de los valores que mis padres me habían inculcado en mi casa, me encontré con los que me inculcaron allí. Y vine al Madrid con 23 años, que entonces eras un crío, y me encontré con esa formación, esa exigencia. Fue el paso a la elite total. Son dos clubes que me han marcado como profesional y como persona. Los he vivido en dos épocas diferentes cada uno y puedo decir que, aunque puedan tener objetivos diferentes, en la lucha por defender ese escudo tienen muchísimas similitudes.