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BARCELONA

El lateral izquierdo no es una prioridad

Los técnicos consideran vital reforzar el ataque este enero, mientras que la apuesta por un carrilero sería la guinda al pastel. Tagliafico, el mejor situado. Grimaldo, casi descartado.

El lateral izquierdo no es una prioridad

La prioridad absoluta en la secretaría técnica es reforzar el ataque para lo que resta de la temporada, sobre todo tras confirmarse la lesión de larga duración de Ansu Fati, que podría estar diez semanas de baja. Con Adama Traoré a punto de llegar al club, ahora mismo hay dos candidatos para acabar de reforzar la vanguardia: Álvaro Morata o Pierre Emerick Aubameyang.

Pero dentro de los posibles refuerzos para este invierno también se ha hablado, y mucho, de las posibilidades de reforzar el carril izquierdo, sobre todo tras constatar la falta de relevo de Jordi Alba y los problemas del internacional para aguantar todos los partidos.

Sin embargo, dentro de la secretaría técnica, se considera menos prioritario la llegada de un lateral. De hecho, según ha podido saber AS, sólo se contemplaría en el caso de que la operación Ousmane Dembélé permita margen salarial. Y ese margen sería muy pequeño, ya que se ocuparía la mayor parte para rellenar los refuerzos de ataque.

A día de hoy, hay dos candidatos para reforzar esta posición: el argentino Nicolás Tagliafico y el español Alejandro Grimaldo. Ambos vendrían en calidad de cedidos hasta el 30 de junio, ya que el gran sueño de la secretaría técnica es fichar al valencianista José Luis Gayà este verano.

Sin embargo, no parece fácil que finalmente el Barcelona pueda reforzar la banda izquierda. Y es que para empezar el Ajax está pidiendo dinero por Tagliafico y el club sólo quiere una cesión, mientras en el caso de Grimaldo, el Benfica se niega a meter a su jugador en ninguna operación, ya que dentro de un mes empieza los octavos de la Champions.

Así pues, todo apunta que finalmente no habrá refuerzo en la banda izquierda y que Alba seguirá sin contar con un relevo natural, ya que Alejandro Balde sigue sin convencer a los actuales técnicos, que lo consideran todavía un poco verde.