El desplome goleador del Barça
Un equipo que estuvo la temporada pasada en una media de 2,33 goles por partido ha pasado a 1,33. Es el séptimo de LaLiga y en Champions fue una calamidad: dos goles en seis partidos.
Solía decirse que, con Messi, el Barça empezaba los partidos 1-0 porque, por la media del argentino, ese gol estaba casi garantizado. Si atendemos a los números del Barça esta temporada, puede asegurarse de manera científica. Tal vez no andaba tan equivocado Koeman cuando dijo que habría que buscar debajo de las piedras los 30 goles de Messii..., más los de Griezmann. El Barça anda buscándolos todavía.
El ahora equipo de Xavi, pero que también fue del holandés y de Sergi, ha marcado 40 goles en 30 partidos esta temporada. Un pésimo registro que da una media de 1,33 por partido, justo un gol menos que el promedio de los azulgrana la temporada pasada, cuando en 53 partidos marcó 122 goles; 2,33 de media.
Por goles marcados, el Barça es un equipo de Conference League. En LaLiga hay hasta seis equipos (Real Madrid, Sevilla, Atlético, Betis, Villarreal y Valencia) han marcado más goles que el Barça, que en la Champions rozó directamente el ridículo. Fue incapaz de hacerle un gol al Bayern y al Benfica y sólo pudo hacerle uno en el Camp Noy y otro en el Olympiyskiy al Dinamo de Kiev. Paradójicamente, la media mejora algo en Copa y Supercopa, donde el Barça ya está fuera...
Memphis, desaparecido hace un tiempo, es el máximo goleador del equipo con ocho goles, pero salvo en Vila-real no ha sido capaz de marcar en un partido grande. Ansu, ahora lesionado, llegó a cinco y Luuk de Jong le ha sacado las castañas del fuego a Xavi en Mallorca y Granada. El holandés lleva cuatro. El resto son goleadores circunstanciales. Con dos tantos están Coutinho, que ya se ha ido; Sergi Roberto, lesionado; Braithwaite, que está volviendo, Nico y Piqué.
Los números convierten en evidente la petición de Xavi, que necesita un delantero que haga goles de aquí al final de temporada. La llegada de Ferran Torres, que ya se ha estrenado, y la reparición de Braithwaite no parecen suficiente. La lesión de Ansu convierte en prioritaria la incorporación de un nueve para maquillar algo unos números deplorables.