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RACING | EL ALARGUE

Lo que el ojo no ve

El Racing sigue sumando partidos en los que los números contradicen a las sensaciones con las que padecen los 90' sus aficionados..., pero gana

SantanderActualizado a
Lo que el ojo no ve
Nacho CuberoDiario AS

¿De verdad somos tan malos?

Esta pregunta me la hizo el domigo pasado, tras ganar en Logroño, en la cima de La Picota, un aficionado racinguista. No estoy seguro si se refería a que el Racing juega fatal con buenos jugadores o era una crítica velada a los aficionados y medios de comunicación que en su gran mayoría critican el juego del equipo semana tras semana. Incluso, victoria tras victoria. En cualquier caso, la respuesta es no. El Racing no es tan malo. Está mal, pero no es tan malo. Es la ventaja de nuestro idioma, que diferencia el ser del estar. Si además de jugar mal, fuera tan malo como parece no llevaría 40 puntos. ¿Dará para sumar contra el Depor, ante Quiles y Miku, para competir jugando como ante el Racing de Ferrol, la SDL o el Sanse? A estas alturas, no me juego nada.

No la tocó, pero el gol fue de Eneko

Después de ver reiteradamente el gol del Racing hay que convenir que Satrústegui nos engañó a todos. A los que le adjudicamos la autoría del tanto de la victoria y al árbitro, que no le vio derribar de un empujón a Loureiro, que fue quien marcó en propia puerta. Así que no, no marcó Satrústegui, pero sí, fue el responsable de gol: se quitó de enmedio al lateral gallego para impedirle despejar y este, medio desesperado, desde el suelo, le quitó el balón a su portero y lo mandó a las mallas. Y lo más curioso es que Loureiro, abatido, ni siquiera protestó. Por cierto, aunque a mí me parece que debe jugar de central, cuando Satrústegui juega de lateral los números son mejores. Fútbol.
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Nacho CuberoAS

Otro espejismo

Tres partidos sin encajar podría suponer que el Racing ha encontrado la solidez defensiva perdida en diciembre. Pues no. Ni jugando con cuatro centrales en la zaga y con dos pivotes de corte defensivo por delante (Íñigo ha sido lateral casi toda su carrera y Tienza ha jugado de central en varios clubes), el Racing es capaz de superar a los ataques rivales. Mucho tienen que agradecer todos ellos al gran momento de forma de Miquel Parera, que está tapando muchas bocas. La mía por ejemplo. Lentos, medrosos, perdedores de duelos..., ya con balón ni hablamos. Hoy Romo ha dedicado una parte del entrenamiento a charlar con Pol Moreno y Bobadilla. No me extraña. Y si hubiera llamado a Mantilla, tampoco.

Este sí quiere el balón

Aunque me malicié cuando vi la alineación que el plan era sustituir a Soko en Riazor por Arturo y que la titularidad de Yeray ayer podía servir para que lo del africano pareciera un accidente, lo cierto es que hay que agradecer al míster que se atreviera a dar la titularidad, en su casa, a Yeray Cabanzón. Era la primera y eso no lo olvidará el de Isla mientras viva (tampoco hubiera olvidado Pablo Torre portar el brazalete en Logroño si Romo no hubiera decidido que lo luciera Tienza), cuestión de racinguismo y sueños de chaval cumplidos. Da gloria ver el descaro, la confianza y la calidad con la que Yeray hace las cosas que se atreve hacer. Que son casi todas. Por cierto, tiene un contratuco de chaval del filial, con cláusula de rescisión acorde, y no estaría de más ir atando ese extremo. Confío. Entre otras cosas porque eso sí que se está haciendo bien en el Racing en los últimos tiempos. Con Pedro Ortiz preocupado del tema, eso hay que reconocérselo al vicepresidente.
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Nacho CuberoAS