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Las Palmas

Pepe Mel: “Siempre puse el beneficio de Las Palmas por delante del mío”

En pleno proceso de mudanza, concede a Diario AS su primera entrevista tras el despido. “Quiero que me recuerden como alguien honrado”, insiste.

Pepe Mel: “Siempre puse el beneficio de Las Palmas por delante del mío”
Carlos Diaz-RecioDIARIO AS

Desde que Las Palmas cayera abatida en Fuenlabrada el pasado sábado, vive Pepe Mel una montaña rusa de emociones. Tras aquel 3-2 supo que su destino estaba escrito. “Algo me decía que no iba a ir más allá del Cartagena, y así fue. El club decidió, por esas famosas sensaciones de las que hablamos, quedarse con las malas y no con las buenas”, dijo con cierto pesar.

Acaba de llegar a su casa en la capital grancanaria tras despedirse de plantilla y empleados en la Ciudad Deportiva del club en esta nublada mañana de martes. Toca acelerar una mudanza exprés. Mañana, regreso a Sevilla. Siempre servicial, al otro lado del teléfono se intuye a un hombre con pesar pero en paz consigo mismo. “He estado casi tres años en la Unión Deportiva Las Palmas, y creo que puedo estar tranquilo con mi trabajo. Ese trabajo desde el primer día es el que me llevó hasta aquí”, consideró.

A lo largo de la conversación, sosegada pese a los intensos días que está viviendo, no deja de repetir que prefiere ser recordado “como una persona honrada”. “El fútbol se ha ido deshumanizando”, reitera. Y añade: “Lo principal para mí es que la gente piense que Pepe Mel fue honrado y una buena persona que hizo todo lo posible porque las cosas funcionaran. Siempre puse al club por delante”.

Hace 48 horas le comunicaron su despido. ¿Cómo se encuentra?

Cuando uno es entrenador estas cosas las tiene que llevar con naturalidad. Es parte del trabajo. Un entrenador, desde el momento en que firma el contrato, ya está examinándose y sabe que está en riesgo. He estado casi tres años en la Unión Deportiva Las Palmas, y creo que puedo estar tranquilo con mi trabajo. Ese trabajo desde el primer día es el que me llevó hasta aquí.

¿Y ahora qué?

Obviamente, en España no puedo entrenar. Estoy abierto a alguna oferta de fuera. Si no, a partir del verano. Y también descansar. Son tres años los que he estado fuera de mi casa, lejos de mi familia. Tampoco hay que tener demasiada prisa…

Las Palmas tuvo un gran comienzo de año con aquellos partidos ante Tenerife y Almería. Sin embargo, tras la derrota en Fuenlabrada, llamó usted a su preparador físico, David Gómez, para que estuviera alerta. ¿Cuándo percibió que su puesto corría peligro?

Es algo que te marca la experiencia. La experiencia de saber que más de una vez fue cierta la posibilidad de dejar la UD Las Palmas y que todo tiene su caducidad. Algo me decía que no iba a ir más allá del Cartagena, y así fue. El club decidió, por esas famosas sensaciones de las que hablamos, quedarse con las malas y no con las buenas.

¿Qué razones le dan Ramírez o Helguera para dejar de contar con usted?

Eso que te estoy diciendo: que la sensación era que al equipo le costaba mucho y que no iba a enlazar. Necesitaban un cambio de timón, de rumbo, algo que, como entrenador, tienes que aceptar. No va más allá. Esto es así. El fútbol es muy extraño: en 15 días pasas de la alegría del derbi a estar en la calle. Eso es fútbol, y hay que admitirlo cuando uno es entrenador.

Analizando su estancia de tres años, ¿qué legado cree que deja en Las Palmas?

Creo que son legados oscuros pero muy importantes. Obviamente he vivido una importante rebaja salarial que había que hacer en el club, tuvimos que hacerla por la supervivencia de la entidad. Una plantilla que en 2019 seguramente no estaba capacitada para el objetivo que se le marcó y que fue difícil. A todo eso hay que añadirle el rejuvenecimiento de la plantilla, la salida de mucha gente joven, las ventas de Pedri y Josep, la aparición de gente joven… Es un legado oscuro pero que creo que es importante. Y el poder decir que, ahora sí, la Unión Deportiva Las Palmas está capacitada para ascender.

Usted ha insistido estos días en que prefiere ser recordado como una persona honesta que como un buen entrenador. Siempre destacó sus múltiples conversaciones con Maikel Mesa o Kirian, por ejemplo. Y ayer dijo que le llegaron al alma los mensaje de Aythami Artiles o Javi Castellano. ¿Nos hemos olvidado de las personas en el fútbol? ¿Se está deshumanizando este deporte?

Esto está claro. Creo que la gente tiende a ver el fútbol como un espectáculo, y por tanto que la gente que está ahí no es persona sino alguien que tiene una actuación y a la que se le exige lo máximo. A veces se nos olvida que son gente joven. Es el caso de Sergio Ruiz, otro que también me escribió. Hay que rodear a todos estos chicos, que son muy jóvenes, con gente profesional para que los lleven bien. Y que no olvidemos nunca que los que estamos alrededor de los jugadores al final somos personas.

A la hora de hacer autocrítica, ¿qué le faltó a Pepe Mel y su cuerpo técnico para quedarse al menos hasta final de temporada?

Seguramente, 2-3 partidos que perdimos, con que hubiéramos empatado… Por ejemplo, el del Zaragoza (2-3) o el de Málaga. Ahora mismo el equipo tendría dos puntos más. Parece una tontería, pero no lo es. E incluso el del Eibar. Fueron partidos que pierdes sin merecerlo por circunstancias. Esto es un juego, y al final hay que contar con toda esa serie de cosas. En el 90% de los partidos creo que Las Palmas se ha manejado y ha hecho las cosas muy bien en el campo.

En su despedida insistió en su convencimiento de que la UD acabará ascendiendo. ¿Por dónde debe pasar la mejoría del equipo para conseguirlo?

Ya se ha manifestado el nuevo entrenador (Francisco Javier García Pimienta). Por lo tanto, dejemos que trabaje y que mejore lo que cree que tiene que mejorar. El mensaje que le doy a los jugadores es que le ayuden igual que a mí. Cogerá un grupo al que le gusta trabajar, que entrena bien. Imagino que cambiará cosas y traerá ideas nuevas en alguna parcela. La calidad del equipo está, creo que los jugadores que son determinantes en el campo los tiene. Seguramente, su faceta como entrenador la basará en otra cosa. Como dije ayer, este equipo va a estar en el playoff seguro.

¿Cómo cree que le recordará la gente de Gran Canaria de aquí a unos años?

Primero, que fui una persona honesta. Siempre miro por el bien de la entidad porque soy un trabajador del club; algo que es difícil en mi profesión. Como ha quedado demostrado los entrenadores tenemos caducidad, y sin embargo siempre velé por el bien del club. Las Palmas era lo primero antes que mi propio beneficio. Hemos revitalizado cosas. En tres años creo que la cantera de la Unión Deportiva Las Palmas se ha puesto en el escaparate. El fútbol canario, con el boom de jugadores que han subido, se ha puesto en ese escaparate. Lo principal para mí es que la gente piense que Pepe Mel fue honrado y una buena persona que hizo todo lo posible porque las cosas funcionaran.