Bale necesita redimirse
El galés, que fue el único jugador convocado del primer equipo que no jugó en Elche tiene que recuperar el favor de Ancelotti. Le espera el reto de clasificar a su selección para el Mundial.
La de Elche fue la noche de los 'olvidados'. Los dos goles del Madrid llevaron la rúbrica de dos de los jugadores menos utilizados por Ancelotti. Isco, en labores de falso 9, empató la eliminatoria (asistido por un Ceballos que comienza a sumar minutos tras superar una lesión que le ha tenido KO durante cuatro meses) y Hazard culminó la remontada con su primer gol desde mayo de 2021. Un renacimiento que Bale tuvo que contempló desde el banquillo. El galés y el canterano Gila fueron los únicos jugadores de campo que se quedaron sin jugar en el Martínez Valero.
Bale necesita redimirse tras cuatro meses inédito. Desde que jugara sus últimos minutos con el Madrid en agosto hasta la de Elche, el británico solo había estado en otra lista del técnico italiano: la del derbi contra el Atlético. Las lesiones siguen persiguiéndole cuando se trata de estar disponible para el conjunto blanco, pero con su selección sí ha podido acudir a dos de las tres convocatorias y alcanzar el hito de las 100 internacionalidades.
La temporada se adentra en un tramo trascendental para Bale. Los jugadores que menos estaban contando para Ancelotti empiezan a destaparse y presentar candidatura para cuando las rotaciones se hagan necesarios. Bale va en el vagón de cola. Debe volver a ganarse el favor de un técnico que ya apostó por él. Ancelotti le dio su confianza en el arranque de temporada, cuando disputó los tres primeros partidos como titular antes de lesionarse. Y al Madrid le vienen bien goles como el que marcó al Levante cuando Benzema y Vinicius tengan un día de pólvora mojada. Gareth es uno de los goleadores más acreditados con los que cuenta Ancelotti: ha marcado un gol cada 170 minutos en los 254 partidos que ha jugado con el Madrid.
Desde una perspectiva de los intereses propios del jugador, Bale tiene dos meses para ponerse a punto ante uno de los últimos desafíos de su carrera. Gales afronta el reto de clasificarse por segunda vez para un Mundial, algo que la selección del dragón no consigue desde Suecia 1958. El 24 de marzo deberá superar en Cardiff el escollo de la Austria de Alaba para poder enfrentarse cinco días más tarde al vencedor del Escocia-Ucrania en el duelo decisivo.
Bale necesita llegar fino para ayudar a su selección. Y ello de pende, en buena medida, de que encuentre su sitio en este Madrid. El cruce de cuartos contra el Athletic, en el que Rodrygo está convocado por Brasil y ante la duda de Asensio, puede darle una oportunidad.