ARSENAL
Oportunidad desaprovechada
Con la derrota frente al Liverpool, al Arsenal se le acabaron las opciones de ganar un título esta temporada.
Una campaña que empezó con tres derrotas en las cuatro primeras jornadas terminó ganando en ilusión. La generó a base de juventud, talento y buenos resultados. Después de encajar una goleada en el Etihad Stadium, los gunners acumularon hasta diez partidos sin conocer la derrota en liga. Ganaron ocho de ellos para escalar en la clasificación y pugnar por los puestos europeos. Con 20 partidos de Premier League disputados, el equipo de Mikel Arteta está inmerso en la lucha por la cuarta plaza. Busca la Champions League el cuadro londinense después de quedarse fuera de Europa esta temporada. Son sextos con 35 puntos, uno y dos menos que el Tottenham y West Ham, que son quintos y cuartos respectivamente.
Bukayo Saka, Gabriel Martinelli, Emile Smith-Rowe o Martin Odegaard son algunos de los protagonistas del cambio de guion en el Emirates Stadium. El Arsenal está en transición. Es esta mezcla de explosividad, talento y garra el principal argumento del club. La mostraron el jueves por la noche ante el Liverpool, pero no les valió para colarse en la final de la Copa de la Liga. Un título reforzaría la promesa de un futuro mejor. Dotaría de confianza y sería prueba irrefutable de que el camino que siguen los del norte de Londres es el correcto. Que las teclas están bien presionadas. Pero tras quedarse fuera de la FA Cup a las primeras de cambio, desaprovecharon la baza de la Copa de la Liga.
Aparentaron ser capaces. Primero con una fantástica actuación defensiva para contener al Liverpool, que jugó durante más de una hora con un hombre más después de la expulsión de Granit Xhaka. Amagaron con imponerse al Liverpool en la vuelta. Pese a un inicio impetuoso en el Emirates Stadium, los de Mikel Arteta vieron cómo Trent Alexander-Arnold asistía dos veces a Diogo Jota para terminar con sus opciones de título. Será el Liverpool quien le dispute la Copa de la Liga al Chelsea. Mientras, el Arsenal seguirá cociéndose a fuego lento. No está todavía al punto, pero le adivinan sabores y aromas.