Rodrygo también sabe ser Vinicius
La final de la Supercopa contra el Athletic en Riad empieza a dar dividendos a la apuesta que hicieron en el Bernabéu por el brasileño en junio de 2018.
Cuando el Real Madrid fichó a Rodrygo Goes en junio de 2018, mucha gente se cuestionaba el movimiento de Juni Calafat, el fichador del club. El perfil de la nueva adquisición blanca se parecía en exceso al del anterior menino galáctico fichado poco antes y apenas un año mayor, Vinicius. Habilidosos en el regate, veloces y superdotados para su edad. También futbolistas que se movían en sus clubes, Santos y Flamengo, en la misma autopista vital, la banda izquierda. Calafat vino a responder en el club que las futuras estrellas, mejor tenerlas en casa que enfrente. La final de Riad empieza a dar dividendos a aquella apuesta en Chamartín.
No es ningún secreto que la 'brasileñidad' contenida de Rodrygo gustaba más a Zidane que la anarquía de Vinicius y que mientras Vini se ha apropiado de una banda del Madrid durante este segundo advenimiento de Ancelotti, su compatriota no podía poner su nombre a la otra aunque la competencia sea tan irregular como lo está siendo Asensio (Hazard y Bale ni cuentan).
Mientras Vinicius, como dice Benzema, ha empezado a pensar mejor su juego, a Rodrygo pareciera que le vaya mejor la fórmula inversa, dejarse llevar. Le pasó contra el Athletic, donde se le vio quizá su mejor partido como extremo académico. Incidió, genero dudas a Balenziaga y a sus ayudas, dividió y supo sacar ventaja, como en su asistencia a Modric.
Crecimiento de un futbolista que sigue siendo, aún así, casi un crío. La semana pasada levantó cierta polvareda la multitudinaria fiesta por su 21 cumpleaños pero es que como Vini, Rodrygo necesita a su gente muy cerca. Su padre se fue de gira con él por Estados Unidos cuando hizo su primera pretemporada con el Madrid y su coach personal desde los 13 años se vino con él a Madrid, un papá en el fitness y que durante el confinamiento al inicio de la pandemia le prescribió un ambicioso plan con el que el chico ganó tres kilos de puro músculo. El Madrid desde hace tiempo se venía esperando un partido del brasileño de alto tonelaje. Rodrygo se lo ha dado.
De la final supercopera de Yeda en 2020 salieron Courtois y Fede Valverde reforzadísimos. De esta Supercopa de Riad, casualmente, esos dos de nuevo... más Rodrygo. Carletto, por si acaso, le pedirá más. "No creo que necesite más confianza, le he dado toda la del mundo porque la merece", explicaba anoche el italiano en Riad. "Esta competencia con Asensio le viene bien a los dos y al equipo. Es muy joven, va a mejorar". Si ha empezado la era de un Rodrygo con hechuras de titularísimo, sólo Ancelotti lo sabe.