José Antonio Gallardo: 35 años de una muerte que aún estremece
Este viernes se cumplen 35 años del fallecimiento del portero del Málaga Gallardo, tras un choque fortuito con Baltazar, contra el Celta. La Puerta 13 de La Rosaleda lleva su nombre.
Hoy se cumplen 35 años de una tragedia que todavía estremece, el fallecimiento de José Antonio Gallardo. Un gran portero que perdió la vida cuando su carrera empezaba a despuntar con el Málaga. La Puerta 13 de La Rosaleda lleva su nombre. Antonio Benítez, que fue su entrenador, le definía como "un portero imponente y de enorme proyección que en dos años estaría en uno de los equipos más grandes". Benítez iba más allá: "Era un adelantado de su tiempo con un gran manejo de los pies".
No le faltaba razón. En la jornada 18 de aquel campeonato Gallardo solo había encajado 13 goles, los mismos que el Valencia (donde alternaban Sempere y Serna) y uno más que el Logroñés (sus porteros eran Huguet y Moncaleán). Le había costado mucho trabajo, pero 'El Guardián de Martiricos' (así figura en la Puerta 13 de acceso al estadio malaguista) hubiera ganado el Zamora de Segunda. Sin duda. Y estaba destinado para hacer una notable carrera como gran guardameta.
Todo se truncó el 21 de diciembre de 1986 en Balaídos. Partido Celta-Málaga. A los 18' de comenzado el encuentro se produce una mala cesión al portero y el balón queda dividido. Gallardo se va con valentía a por él lo mismo que el delantero del equipo celeste, Baltazar. Se produce un choque fortuito y el portero malaguista queda inconsciente y en tendido supino. Saltan las alarmas y el meta es evacuado de inmediato al hospital de Vigo. José Luis Burgueña. El partido terminaría con victoria local por 3-2 con dos goles, precisamente, de Baltazar. Aquello era lo de menos.
Las pruebas a las que fue sometido solo detectaron una triple fisura en el parietal izquierdo. El 24 de diciembre, día de Nochebuena volvió a ser observado y tampoco se vieron anomalías por lo que fue autorizado para regresar a su domicilio. Diario Sur lo contaba así. "Tenía una leve parálisis facial, pero iba recobrando la memoria. Nada hacía presagiar el súbito empeoramiento que experimentó el 7 de enero".
Parecía que, aunque con problemas, el recio deportista se recuperaría. Pero las cosas dieron un dramático vuelco. Empezó a sufrir mareos, temblores y vómitos. Por ello fue trasladado al hospital Carlos Haya de Málaga. La situación se agravó de manera definitiva. Entró en coma. Así lo contaba El País. "La muerte de Gallardo, a pesar de que su estado era irreversible desde hace unos días, ha sido un duro golpe para los jugadores y técnicos malaguistas muchos de los cuales lloraban ayer desconsoladamente en las puertas del hospital minutos después de producirse el fallecimiento. José Antonio Gallardo ingresó el día 7, en el hospital general Carlos Haya en estado de coma con una fuerte hemorragia cerebral producida por la rotura de una arteria en el lóbulo temporal izquierdo, la misma zona donde recibió el golpe en el partido contra el Celta. Fue intervenido quirúrgicamente a vida o muerte durante más de tres horas y su estado se deterioró desde entonces día a día". El médico que le intervino calificó su derrame cerebral como "uno de los más grandes que he visto". Falleció el 15 de enero a las 16:45 tras una parada cardíaca. Tenía 26 años.
Conmoción en Málaga
El malaguismo, que había sido golpeado 15 años antes con el asesinato de su presidente, Antonio Rodríguez Martín, volvió a quedarse el shock- Se instaló una capilla ardiente en la sala de trofeos de La Rosaleda y más de 5.000 personas se presentaron para darle el último adiós. Fue enterrado en el cementerio del Arroyo de la Miel ante más de 2.000 personas. Respeto y dolor. En su féretro se depositó la equipación con la que jugó aquel último partido en Vigo y una bandera del Málaga.
La tristeza de Baltazar
Una de las personas que sin duda peor lo pasó fue Baltazar. Fue a verle al hospital. Miembro de la corriente religiosa Atletas de Cristo, le llevó una Biblia y rezó junto con su familia. Dos años después fue traspasado al Atlético de Madrid y ganó el trofeo Pichichi por haber marcado 35 goles. En cada entrevista donde se le preguntaba por aquel desgraciado accidente de echaba a llorar. Sabía que no era culpable. Pero sufrió y se apoyó en fe religiosa para superar aquella dura prueba que Dios le puso según solía decir
Tardío reconocimiento
Como suele suceder las emociones de los primeros momentos se fueron olvidando. A pesar de que el Málaga había ascendido al año siguiente, es decir, en 1987-88 (echaron al entrenador, Ladislao Kubala tras asegurar el ascenso con cinco jornadas de anticipación), era una entidad cargada de conflictos, endeudada hasta las cejas y cargada de inestabilidad institucional. Todo ello desembocó en su desaparición el 1 de julio de 1992 con lo que el recuerdo de Gallardo pasó a otra dimensión pero no se diluyó.
Y no cayó en el olvido porque muchos aficionados mantenían su llama vida. Fue con la presidencia de Abdullah Al Thani y a iniciativa de la siempre admirable Fundación Málaga Club de Fútbol que algunos ídolos de ayer y siempre del club tienen su nombre puesto en puertas de acceso al estadio. La Puerta de Preferencia lleva el nombre de Antonio Benítez, la número 5 Viberti, la 6 Ben Barek y la 8 Migueli. ¿Por qué no dejar la 13 para Gallardo?
Y por fin se hizo justicia el 8 de agosto de 2017. Fue un acto presidido por la entonces CEO de la Academia Hamyan Al Thani y con presencia de la familia del portero. José Antonio Gallardo es leyenda del Málaga.