LAS PALMAS
La paradoja estadística amarilla
Las Palmas, el equipo que menos tiros recibe de Segunda se sitúa entre los nueve equipos que más goles encaja.
Si a un aficionado le dijeran que su equipo es el que menos tiros recibe, y es el quinto que más chutes hace probablemente dormiría tranquilo. Además, si encima resulta que su club es el que más veces consigue que la pelota vaya entre los tres palos probablemente, en lo que respecta al fútbol, estaría en la cama con una sonrisa de oreja a oreja.
Parte de las miradas en la isla se centran en la capacidad goleadora del equipo. Y con razones. Los amarillos desde el 13 de noviembre no han sido capaces de marcar más de un gol por partido. Sin embargo lo que llama más la atención es que el equipo que menos tiros recibe de toda la categoría —9,56 por partido— no esté entre los que menos goles encajan.
Los de Pepe Mel, han dejado su portería a cero en seis ocasiones, dentro de la media de la categoría que está en 6,45 ocasiones. Sin embargo, donde se distorsiona el rendimiento es que estamos ante el cuarto equipo de la categoría que menos tiros necesitan sus rivales para hacerle gol. 1 por cada 8,15 tiros recibidos.
Los equipos que están por debajo de los amarillos, Amorebieta con 8,03, Real Sociedad B con 7,94 y Alcorcón con 6,50. 19º, 21º y 22º respectivamente. Por comparar con los rivales de la parte alta encontramos que al Almería le hacen un gol cada 15,13 tiros, al Tenerife uno cada 15 y a la Ponferradina cada 13,15.
Así pues, uno de los grandes márgenes de mejora de los amarillos puede estar perfectamente en conseguir que la realidad de que el equipo que menos tiros recibe en la categoría se refleje también en los tantos encajados.
Porque mirando la puntería, cierto es que andaría en puestos de promoción en cuanto a cantidad de tiros y esto se refleja en los goles generados. Quinto y sexto de Segunda respectivamente. Pero es que además hay una métrica que dice que tres de los cuatro jugadores con mayor puntería sostenida de la categoría están en sus filas.
A esa estadística se la conoce como Shooting goals added (SGA) y se encarga de confrontar los goles esperados tras tiro a puerta (xGOT) y los goles esperados antes del tiro a puerta (xG). Es decir, un jugador cuyo xGOT es superior a su xG está mejorando la expectativa de anotar, dada la calidad de las ocasiones en las que ha intentado disparar.
Pues bien, esta métrica está encabezada por Pejiño y Jesé mejorando en 3 goles y 2,95 lo que se esperaba del lugar y contextos de sus tiros y Jonathan Viera se sitúa cuarto con 2,25. El único que rompe un trío amarillo es un ex de Las Palmas, Rubén Castro con 2,32. En el lado opuesto de la tabla se encuentran jugadores como Blanco Leschuck con -3.90 goles, Umar Sadiq con -2,64 o Elady con -2.36. Es decir, empeoraron la expectativa de gol tras su tiro.
¿Y entonces dónde se han ido esos goles amarillos? Aquí es donde entra el portero rival y su habilidad para prevenir goles, medible también. Si existe una métrica que mide la puntería para los jugadores de campo, existe la opuesta. Los goles evitados, y se haya al restar a los xGOT concedidos, goles esperados en contra tras recibir tiro a puerta, y los goles encajados.
Quienes destacan en este campo son el guardameta de la Ponferradina, Amir, quien ha evitado, según esta métrica, 7.64 goles o Diego Altube del Fuenlabrada quien ha salvado 7.43 goles. Y aquí es donde los amarillos destacan por lo bajo. Pues los cálculos indican que Las Palmas ha encajado 7.25 goles más de lo que la calidad del tiro suponía. Los siguientes en la lista son Saizar del Amorebieta, con 4,82 goles más y Ayesa de la Real Sociedad B con un diferencial de 4,31. Coincide en que son 3 de los 4 equipos que menos tiros necesitan hacer sus rivales para marcarles gol.