El Lleida Esportiu anuncia un brote, la plantilla lo desmiente

Cuando no es un partido sin seguridad ni megafonía, es otro a puerta cerrada. Una invasión de campo pacífica que se trata de criminalizar. O la denuncia pública de la plantilla junto a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). La situación del Lleida Esportiu es un pozo sin fondo de polémicas, como la que se vivía este miércoles, en un cruce de comunicados con un hilo conductor tan actual y peliagudo como la COVID-19.

El club, que había ido publicando en su cuenta de Twitter en los últimos días un goteo de positivos, llegaba este miércoles por la mañana a informar de nueve casos vigentes en la actualidad, lo que al mediodía se transformaba en el aplazamiento del partido ante el Numancia previsto para el domingo, en Segunda RFEF, en el estadio de Los Pajaritos. Hasta ahí bien, siguiendo el protocolo, de no ser porque inmediatamente los propios afectados desmentían a su propio club, al asegurar que a causa de la COVID-19 solo son baja en estos momentos un futbolista, Toni Vicente, y el entrenador, Gabri García, quienes también se hacían eco de esta versión.

Jugadores y cuerpo técnico del Lleida Esportiu detallan con transparencia los nombres propios, las fechas y el estado de cada contagio, de cada recuperación, e incluso aclaran que los dos últimos positivos anunciados por la entidad son personal del club con quienes la plantilla no ha tenido “ningún contacto en ningún momento durante el transcurso de la temporada”. Un poco más de surrealismo para unos meses de interminables sobresaltos en la Terra Ferma.