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QATAR 2022 | COREA DEL SUR

Qué fue de Lee Chun Soo, el ‘Beckham de Corea’ que nunca marcó en Europa

Primer coreano de la historia de la Liga. Llegó como una estrella a la Real, eliminó a España en su Mundial y acabó como estrella televisiva en su país

Actualizado a
entrenamiento de la REAL SOCIEDAD
amaia zabalo

Corea del Sur arranca hoy su periplo mundialista ante Uruguay. Muchos jugadores y todo un país tratando de elevar su prestigio en esta cita. Mucho antes de la llegada de Takefusa Kubo a la Real Sociedad, Roberto Olabe hizo un fichaje mucho más exótico que llegó desde Asía. Apodado ‘El Beckham de Corea’, llegó a la Real Sociedad como un auténtica estrella Lee Chun Soo (9-7-81, Incheon, Corea del Sur) en la temporada 2003-04, después de haber brillado con su selección en el mundial de su país y ser nombrado mejor jugador joven del continente. La diferencia es que mientras el japonés está ofreciendo un rendimiento notable desde su llegada, el surcoreano pasará a la historia por no haber marcado ni un solo gol en LaLiga. Ni vistiendo la camiseta txuri-urdin, ni cuando fue cedido una temporada al Numancia. De hecho, Lee Chun Soo no llegó a marcar nunca en Europa.

La realidad es que Lee Chun Soo forma parte de uno de los episodios más crueles de la historia de La Roja. Fue en el Mundial 2002, el que se disputó en Corea del Sur y Japón. Su selección apeó a la España de Camacho en octavos de final por culpa de un arbitraje lamentable. Lee pertenecía a aquella selección que hizo historia alcanzado los cuartos de final, y jugó aquel partido en cuestión, de infausto recuerdo para la afición española. Aquel mundial, en el que brilló el que luego sería su compañero en la Real, Javi De Pedro, catapultó la carrera de Lee Chun Soo, que pudo pasar al profesionalismo y dar el salto al fútbol europeo. Lo hizo a través de la Real Sociedad, que llegó a pagar 3 millones de euros para que ocupara el hueco del turco Nihat, que nunca llegó a cubrir, cómo podréis imaginar. Pero su llegada a San Sebastián estuvo envuelta de un tremendo revuelo mediático, hasta el punto de que LaLiga lo llegó a incluir dentro de la lista grandes fichajes del mercado de ese verano del 2003. La imagen de Lee con txapela junto a una bandera de la Real y su traductora es icónica.

Así presentaba la colección de cromos de LaLiga de Panini el fichaje del club donostiarra: “EXÓTICO Y RENTABLE. La Real se ha abierto al mercado asiático con este imparable correcaminos”. Lee venía de marcar 7 goles en 18 partidos en la floja y poco conocida K-League de Corea. Todo fueron buenas palabras a su llegada, la expectativa era muy alta. Y hasta se creó una peña con su nombre: la Peña Lee Chun Soo de Alza, en el barrio donostiarra del mismo nombre. Y la expectación también era muy alta, porque todas las semanas había más de cinco periodistas de su país cubriendo la información de la Real desde el prisma del coreano. Pero el globo se deshinchó con la misma velocidad que se había hinchado. Porque no tenía nada dentro. Lee fracasó estrepitosamente en la Real. Apenas jugó 13 partidos, cuando había llegado para ser titular indiscutible, era el fichaje estrella. Denoueix le dio la oportunidad de inicio en tres de las cuatro primeras jornadas. No aportó nada, y no volvió a jugar más como titular. La temporada siguiente fue cedido al Numancia, con el que curiosamente casi marca un golazo de falta a la Real. Pero tampoco en Soria cuajó, y fue vendido a su club de origen, el Hulsan Hyundai por dos millones de euros.

Peculiar y sincero, Lee Chun Soo nunca ha oculta que no guarda el mejor de los recuerdos de su paso por San Sebastián. “No éramos muy compatibles. Era muy buen entrenador y muy buena persona, pero no hubo nunca una buena conexión”, llegó a decir de su entrenador en la Real, Denoueix. “Guardo un recuerdo agridulce de mi paso por la Real. Era joven y no estaba preparado para ese salto”, admite. De vuelta a su país, Lee volvió a coger impulso. Cuajó muy buenas actuaciones y en el Mundial de Alemania en 2006 será recordado por el golazo que marcó de falta contra Togo y que acabó con victoria de su selección (2-1). Su carrera parecía que volvía a despegar y tuvo otra oportunidad de jugar en Europa, en el Feyernord de Países Bajos con el que ganó una Copa, pero en el que en lo inducían volvió a fracasar, jugando solo 13 partidos y sin marcar ni un solo gol. Decidió poner fin a su aventura europea y hacer carrera en su país, donde siempre ha sido considerado una estrella. Pero con un carácter complicado, como corroboran hoy en día algunos de los que coincidieron con él en la Real. En un encuentro contra el Incheon United, fue expulsado y sancionado con hasta seis partidos por haber utilizado “lenguaje abusivo” y haber empujado al colegiado. Fue obligado a a realizar tres días de trabajos sociales en un orfanato de la ciudad. Fichado por el Gwanyang, el ex realista se peleó con el cuerpo técnico y fue relegado al equipo reserva, y llegó a firmar un contrato falso para acabar llegando libre a un conjunto de Arabia Saudí.

Lee Chun Soo fue sancionado a no jugar más en Corea hasta que el Gwanyang le indultara. Tardó tiempo, pero al final llegó el perdón para poder terminar su carrera en el club de su tierra, el Incheon, donde se convirtió en una referencia hasta su retirada del fútbol en activo en 2015. “No sé si fui un buen futbolista, pero al menos puedo decir que lo di todo”, dijo el día que anunció su retirada con honores. Después se quedó en el cuerpo técnico del Incheon, labor que alterna hoy en día con sus curiosas intervenciones televisivas, como en el programa de canciones ‘King of Mask Singer’ o ‘Running Man’ y ‘2 days and 1′. Todas sus participación causaron gran sensación, confirmándose lo que ya imaginábamos: sigue teniendo un gancho tremendo en Corea, donde es toda una estrella. Su aparición en 2015 como cantante enmascarado en Mask Singer disfrazado del filósofo griego Sócrates sorprendió a todos por su tremendo chorro de voz. Nadie lo esperaba en esa faceta. Y eso aumentó su fama en Corea. Quizá, en el fondo, no le iba tan mal el mote que le pusieron: el Beckham de Corea. Su rostro afable, de no haber roto nunca un plato, guarda detrás una personalidad muy marcada a sus 41 años. Entre los focos televisivos y su incipiente carrera como entrenador, Lee Cub Soo reside en su país con el honor, al menos, de haber abierto las puertas de LaLiga a otros jugadores de Corea del Sur: Lee Ho Jin, Racing de Santander; Kim Young Gyu, Almería; Seung Ho Paik, Girona, Park Chu Young, Celta; y el mas conocido en la actualidad, Kang-in Lee en el Valencia y Mallorca.