El año de Arnau Martínez
El joven futbolista ha pasado en 12 meses de ser un absoluto desconocido a convertirse en uno de los jugadores con mayor proyección de la categoría
Pocos, por no decir nadie, se esperaban el 17 de diciembre del año pasado, cuando debutó Arnau, que su aparición en el primer equipo iba a tener el impacto que ha tenido. Jugó 30 minutos en un partido de Copa contra la Gimnástica Segoviana, algo que entra dentro de los planes de cualquier jugador de la cantera, pero poco se esperaba, ni él ni nadie, que fuese a convertirse en una pieza fundamental del equipo entonces entrenado por Francisco. Tardó un poco en entrar en el once, debutó en Liga el 28 de marzo, pero desde entonces ya nadie le ha movido del césped. Ni lo hará a corto plazo.
Francisco fue quien apostó por él, primero en los partidos de Copa y más tarde en Liga. Tanto que jugó absolutamente todos los minutos desde que fue alineado en Liga. En total, los 12 últimos partidos de Liga de forma completa, los 90 minutos en cada uno, siendo un jugador importante también en el playoff. Pese a su edad, disputó los cuatro partidos del playoff de forma íntegra. El curso no acabó como todos esperaban, el Girona no subió y Francisco se marchó, pero el cambio de entrenador no alteró la dinámica de Arnau: con Míchel también ha sido un fijo.
Sí ha habido, con el técnico madrileño, un cambio importante. Ha descansado en algún compromiso, algo circunstancial, pero Míchel no lo ha utilizado como central. Arnau ha jugado esta temporada normalmente de carrilero diestro (también lateral y en alguna ocasión por la izquierda) pese a que su posición natural era la de central. Era y no es, porque un jugador tan joven, y que se ha adaptado tan bien a la banda, es difícil ya considerarlo como un central. Míchel ha encontrado en el joven futbolista a alguien que interpreta a la perfección los movimientos del equipo en ataque, que es capaz de surtir de balones a los delanteros y que no descuida su parcela defensiva. Un futbolista ‘total’.
La evolución de Arnau, como es lógico, no solo se ha percibido desde Girona. También desde los despachos de Las Rozas, pues se ha convertido también en un habitual de la Selección sub-19. Con el combinado nacional, al igual que con el Girona, ya se ha estrenado como goleador y ya ha dado alguna asistencia, una de sus grandes virtudes.
El principal ‘problema’ con Arnau es que acaba contrato el 30 de junio. Evidentemente el Girona quiere renovarle y ya se ha puesto manos a la obra para lograrlo. El club es optimista con que el jugador continúe de rojiblanco alguna temporada más, porque si sigue con esta evolución es evidente que tanto el Girona como la categoría se le quedarán pequeños. Míchel ha sido el primero en reconocer que “no tiene techo” y que puede ser un jugador “de otra categoría”. De momento, lo disfrutan en Montilivi.