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SEVILLA

¿Qué fue de Del Nido?

Tras cumplir condena por el Caso Minutas, el expresidente del Sevilla se empeña en recuperar el control del club aunque para eso tenga que dejar de hablar a su propio hijo.

Del Nido, en el centro, en la grada del Sánchez-Pizjuán.
TONI RODRIGUEZ

En marzo del año que entra podrá ejercer de nuevo su actividad profesional como abogado José María del Nido Benavente (Sevilla, 1957), presidente que fue del Sevilla Fútbol Club desde mayo de 2002 hasta diciembre de 2013. Bajo su mandato, la entidad de Nervión despegó hacia los títulos (dos Europa Leagues, dos Copas del Rey, una Supercopa de Europa y otra de España) y le dio la vuelta así a más de 60 años de mediocridad, sin una final siquiera que echarse a la boca. Algo que en estos días de gloria inacabada suena ya casi a una pesadilla irreal.

Paralela a la indiscutible brillantez de su presidencia en el Sánchez-Pizjuán, el ciudadano Del Nido Benavente mantiene otra historia mucho menos favorable con la justicia española, que le llevó a la cárcel durante más de 3 años. Abogado de los alcaldes de Marbella Jesús Gil y Julian Muñoz, Del Nido fue imputado junto a Muñoz y Juan Antonio Roca en el denominado Caso Minutas, tras haber facturado al consistorio marbellí hasta 6,7 millones de euros entre los años 1999 y 2003. En diciembre de 2013, el Tribunal Supremo le condenaba a una pena de siete años de prisión, con cinco años y medio de inhabilitación para empleo o cargo público, como cooperador necesario por un delito cualificado de malversación de caudales públicos y un delito continuado de prevaricación. El Supremo certificaba que Del Nido contribuyó al expolio de las arcas del Ayuntamiento de Marbella por los honorarios irregulares que cobró de este consistorio entre 1999 y 2003. El 5 de marzo de 2014 Del Nido era encarcelado y conseguía el tercer grado el 21 de abril de 2017.

Desde que salió de prisión, con alrededor de un 25 por ciento de las acciones del Sevilla en sus manos y otro 10 por ciento bajo control, el exmandatario no cesa en su empeño de recuperar el poder pese a que el club no ha dejado de coleccionar plata (4 Europa Leagues más, la última en agosto de 2020), finales (dos más de Copa del Rey, en 2016 y 2018, además de las cuatro Supercopas de Europa) e hitos en Champions, con varias clasificaciones y haber llegado a cuartos en 2018. Su guerra con el Consejo actual trasciende lo público y alcanza lo más personal, hasta el punto de no mantener ya relación alguna con uno de sus seis hijos, José María del Nido Carrasco, actual vicepresidente. Del último gran episodio en esta batalla han pasado solo varias semanas: la Junta de Accionistas de finales de octubre de 2021, en la que aliado con el grupo de inversión Sevillistas Unidos 2020, los conocidos como 'Americanos', el abogado intentó de nuevo desbancar al gobierno actual del club, sin éxito.

En una historia menos conocida fuera de Andalucía, hay que recordar que antes que presidente, Del Nido ya había sido vicesecretario de la Junta Directiva del Sevilla desde 1986, con apenas 29 años, y que posteriormente accedió a la vicepresidencia bajo el mandato de Luis Cuervas. En agosto de 1995 el abogado afrontó una de las mayores crisis institucionales en la historia del club, tras su exclusión de la Liga de Fútbol Profesional y su consecuente descenso a Segunda División B por la falta de presentación de unos avales en el tiempo marcado. Tras la dimisión de Cuervas, Del Nido ocupó la presidencia interina hasta octubre. Los problemas quedaron finalmente resueltos y el Sevilla mantuvo la categoría con la famosa ampliación de la Primera División a 22 equipos.

A este 'qué fue de' le queda por tanto mucho que escribir, un largo 'qué será'. Quienes conocen a Del Nido, un círculo más íntimo, aseguran que el expresidente no cejará en su empeño de controlar de nuevo el Sevilla hasta que la justicia no diga lo contrario. No son pocos los pleitos mercantiles, con amenaza de alguno penal, que se han impuesto estos últimos meses el abogado y la directiva en virtud de un pacto de gobernabilidad firmado hace tres años que la parte aspirante no deja de incumplir, al menos en la visión del actual Consejo. Con 64 años, a poco de la que debería ser su jubilación profesional, Del Nido se resiste a abandonar las ansias de dirigir de nuevo la pasión que más celebridad (de la buena, al menos) le ha dado en la vida: el Sevilla Fútbol Club.