ELCHE
Boyé: "Estoy con ganas de seguir en el Elche y de que pasen cosas lindas"
El delantero disfruta del verano en Argentina y sólo piensa en lograr la permanencia para continuar disfrutando de la afición franjiverde.
Lucas Boyé disfruta de la Navidad en el verano de Argentina. En San Gregorio se halla liberado de la alta competición, gozando de la compañía de sus amigos de toda la vida y de la familia. Por culpa de la pandemia hacía tiempo que no pisaba su casa. Ahora ha regresado con la maleta cargada de goles y de buenas actuaciones. El nueve del Elche volverá el domingo con buenos deseos en el equipaje: "Quiero conseguir el objetivo de la permanencia, si puede ser con más margen que el año pasado, y poder disfrutar de seguir en la elite con el Elche".
Boyé, a sus 25 años, se ha colocado en la primera línea del escaparate del fútbol europeo. Está en el punto de mira de varias ligas y del mercado nacional, donde los grandes ya le ven como un futbolista apetecible. Los 25 millones de euros de su cláusula son el escudo que protegen al club de esos cantos de sirena, pero queda claro que el futuro del ariete argentino queda a merced de sus buenas actuaciones en las 20 jornadas que restan en Primera División.
El delantero del Elche, en una entrevista ofrecida en los canales oficiales del club ilicitano, recuerda que pasaron "momentos difíciles", que al final terminaron "siendo muy lindos". "Peleamos cada fin de semana para salir adelante y comenzar a sumar. Estoy muy cómodo y a gusto con la ciudad, la gente, el club y los compañeros. Me siento muy contento y disfrutando muchísimo de mi paso por el Elche", añade.
Lucas Boyé llegó rodeado de las críticas de todos aquellos que sólo valoraron su futuro en base a sus números. Por eso, el jugador franjiverde no se deja llevar ni por la borrachera de los elogios ni por la locura de las críticas: "Se agradece muchísimo el cariño de la grada y lo siento de muy cerca. A veces, no me gusta porque hay un grado de exageración en algunas cosas, pero lo disfruto y estoy muy feliz de lo que pasa en Elche".
Su primer gol en Ipurúa, ante el Eibar, fue "una liberación", asegura, porque venía de pasar "cosas difíciles" en su vida. "Ese tanto fue un alivio grande y una señal de que todo iba a salir bien. Me siento cómodo en esta ciudad y en este club, y estoy con ganas de seguir y de que pasen cosas lindas". Cada tanto hace que las manos de Boyé apunten al cielo en recuerdo de su abuela, a la que no pudo acompañar en su último adiós por culpa del COVID-19: "Mis goles son siempre para ella".
Para Boyé, el fútbol forma parte de su vida desde que era un niño, como recuerda: "Era un chico que siempre estaba con la pelota en San Gregorio, en Santa Fe. Allí no está el peligro de jugar en la calle porque es un sitio tranquilo. En las vacaciones no desconectaba porque lo paso bien". En su localidad vivió hasta que decidió dar el salto a River, donde comenzó a sentir la presión que supone jugar en la élite. "El sueño de todos es llegar a la Primera División, que es difícil; conozco a miles de amigos que se han quedado por el camino y, por eso, lo valoro y lo tengo presente para disfrutarlo", asegura el jugador
Por último, Lucas Boyé recuerda que el ambiente en el grupo es "muy lindo" y el ejemplo que pone es la competencia en la delantera: "Somos cinco delanteros y la relación de todos es muy buena. Eso es importantísimo para conseguir los objetivos trazados".