Girona-Stuani, una relación de amor y goles
El delantero uruguayo, a sus 35 años, es el pichichi de Segunda con 14 tantos y es que tiene una media esta campaña de un gol cada 97 minutos. Ha dado, además, una asistencia.
La edad es solo un número y en el fútbol está quedando más que demostrado en las últimas temporadas. Y en especial, que se lo digan al Girona. Cristhian Stuani está viviendo una eterna juventud y es que el delantero uruguayo no se cansa de hacer goles. Es el estandarte del conjunto rojiblanco y esta temporada se ha vuelto a destapar como lo que es: un goleador nato. A sus 35 años es el pichichi de Segunda con 14 tantos y su media anotadora en Liga asusta: marca cada 97 minutos.
Su historia con el Girona es, sin duda, de amor y goles. Encandiló a la afición gerundense desde sus primeros partidos con la camiseta rojiblanca, en Primera la temporada 2017-18, y este año está volviendo a guiar al equipo hacia los puestos de playoff. Su olfato goleador no se resiente lo más mínimo con el paso de los años y es que desde que viste la camiseta del Girona no ha bajado de los diez tantos en ninguna de sus cinco campañas. Este curso ya ha superado las diez dianas del pasado y ha sido capaz de sumar 14 goles (todos han sido desde dentro del área) en los 19 duelos que ha disputado. Su importancia en el bloque de Michel es capital porque, además, solo uno de estos 14 tantos, el que hizo ante el Eibar, no le ha servido al Girona para obtener puntos.
Su presencia sobre el terreno de juego asusta a los rivales y este año sus víctimas favoritas han sido el Alcorcón, ante el que festejó un hat-trick, y Leganés y Burgos tras hacerles un doblete. Lo cierto es que su final de 2021 ha sido para enmarcar y ha tenido mucha culpa de la reacción del Girona (ha pasado en dos meses de estar en puestos de descenso a Primera RFEF a ser sexto) porque en sus últimos nueve encuentros solo se quedó sin marcar en uno, en el de la jornada 17 contra la Real Sociedad B. Y en este tramo ha logrado 12 tantos. Stuani es feliz en Girona y en el club no dudan en considerarle santo y seña. Tiene contrato hasta 2026 y con el paso de cada encuentro demuestra que le queda cuerda para rato. Y para 2022 tiene claro su deseo: devolver al Girona a Primera División. Por eso ha seguido en el Girona pese a la cantidad de ofertas que acumula en cada mercado.
