Christian Lapetra: “Desconozco los motivos de las ausencias de los consejeros Yarza y Forcén”
El presidente representativo ha escurrido el bulto cuando le ha tocado afrontar en una rueda de prensa el papelón de tener que responder sobre la crisis institucional del Real Zaragoza.
“Desconozco las motivaciones de las ausencias de algunos consejeros. No es la primera vez que falta alguno de ellos a la Junta General. Quizá por sus agendas no han podido estar, pero todos han delegado sus acciones en mi persona”. De esta forma tan política y escurridiza ha resuelto el presidente representativo del Real Zaragoza, Christian Lapetra, el papelón de tener que explicar la crisis institucional derivada por las ausencias de la Junta General de Accionistas de la sociedad anónima de los consejeros Fernando de Yarza López-Madrazo y Juan Forcén Márquez, disconformes, según ha desvelado AS, con la opacidad en la negociación que está ultimando la familia Alierta para la venta de su paquete accionarial a un nuevo grupo inversor.
El presidente ha comparecido en una rueda de prensa inmediatamente después de la Junta General Ordinaria y no le ha quedado más remedio que responder sobre la cuestión que en estos momentos monopoliza la actualidad del Real Zaragoza. Y es que al acto de aprobación de las cuentas del ejercicio económico 2020-21 tampoco han acudido, como ha anunciado este periódico esta mañana, ni Carlos Iribarren, ex consejero y también accionista minoritario de la sociedad anónima deportiva, ni Fernando de Yarza Mompeón, presidente de la Fundación Zaragoza 2032, que fue quien adquirió el 24 de julio de 2014 el paquete accionarial de Agapito Iglesias y salvó al Real Zaragoza de su desaparición.
Christian Lapetra, empleado de DASA, la distribuidora del grupo Henneo, del que es presidente Fernando de Yarza López-Madrazo, ha pasado de refilón por todos los temas espinosos. Cuando se le ha preguntado por la división y las tensiones en el Consejo de Administración del Real Zaragoza se ha limitado a señalar que “cada uno tiene su opinión y que todos trabajan en el bien del club”. Y sobre el proceso de venta, con una última oferta impulsada por la familia Alierta y que se está llevando a cabo a través del despacho de abogados Cuatrecasas, del que es socio en Zaragoza Antonio García Lapuente, secretario a su vez del consejo de administración de la entidad zaragocista, ha pasado muy por encima: “Van llegando cosas, interés, ofertas… pero hay que analizarlas. Todo está centralizado a través del despacho de Cuatrecasas. Ojalá llegue una pronto que sea seria y solvente”.
Lapetra tampoco ha querido precisar que cantidad va a recibir el club aragonés de CVC –12,1 millones de euros, según ha podido saber AS- y sobre el mercado de invierno se ha remitido a la comparecencia de mañana del director deportivo Miguel Torrecilla. Eso sí, ha hecho un análisis somero de la primera vuelta del equipo: “Sin estar descontentos, hay que subir un peldaño el nivel de exigencia si queremos estar de verdad peleando por el ‘playoff’. Salvo en dos o tres partidos hemos competido con los demás, pero ahora viene lo de verdad”.
Tanto la familia Yarza (13,46% del capital social) como Forcén (13,46%) e Iribarren (13,46%) han delegado sus acciones en Lapetra, que sí ha estado presente en la Junta General junto a los también consejeros Luis Blasco Bosqued, Fernando Sáinz de Varanda Alierta y Juan Antonio Uguet de Resayre Alierta, estos dos últimos sobrinos de César Alierta Izuel, máximo accionista del Real Zaragoza con el 50,56% de los títulos.
La ausencia de los consejeros Fernando de Yarza López-Madrazo y Juan Forcén en la Junta General de Accionistas se ha producido un día después de una tensa y hasta desagradable reunión del Consejo de Administración del Real Zaragoza, en la que se acabó de escenificar un enfrentamiento que comenzó hace más de un año por el proceso de venta en el que está inmerso el club, con una deuda neta todavía de 67,9 millones de euros y con gravísimos problemas de tesorería.
Además, los consejeros Sáinz de Varanda y Juan Uguet se negaron a autorizar una reunión del patronato de la Fundación Zaragoza 2032 antes de la Junta General de Accionistas, solicitada por su presidente, Fernando de Yarza Mompeón, argumentando que la petición se había hecho fuera de plazo, lo que ha aumentado todavía más la división entre los consejeros y accionistas del Real Zaragoza.