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ALAVÉS

Aprobados todos los puntos de la Asamblea General del Alavés

Se aceptan unas pérdidas de poco más de dos millones en la temporada 2020-21 y sale adelante un presupuesto para la actual de 72 millones.

La cita con los accionistas

La Asamblea General de Accionistas del Alavés se convocó a las 6 de la tarde. El capital social de la entidad es de más de 4 millones de euros. Acudieron 67 personas que representaban a 60.402 acciones (más de 3 millones) o, lo que es lo mismo, el 84% del capital social total. Lo que ocurre es que el Consejo de Administración tiene el 82 % y los demás asistentes, en el fondo, tienen muy poco que cuestionar. Sólo petición de explicaciones y alguna que otra pataleta.

En la mesa estaba el presidente Alfonso Fernández de Trocóniz. A lado suyo, el Director Financiero Guillermo Oraá y su predecesor en las cuentas, Manu Mendi. En el otro lado, el Director Institucional Jesús Vázquez y el notario. Abajo, en las primeras filas, consejeros del club y del Baskonia: Santiago Martínez de Arenaza, Haritz Querejeta, Luis Querejeta, Roberto Larrañaga, Alfredo Martínez y Xabier Ruiz Arakama. El máximo mandatario, Josean Querejeta, no suele acudir a estas citas.

Primero se ofreció un informe de la situación del club y de las acciones en marcha. Se habló de los actos del Centenario que termina en una semana y media, también de los efectos del COVID, del control de la liga y el límite salarial. Se abordó el tema de los fondos CVC, de la evolución económica y financiera (se disponen de 2,8 millones para reforzarse en enero) y de los proyectos en curso: la ampliación de la ciudad deportiva de Ibaia a ocho campos, un pequeño estadio y 109.000 metros cuadrados. También de la inversión en el club Istra de Croacia del que el Alavés tiene, a través de una sociedad, el 85 % de los títulos. Por último, de Innovaraba cuyo principal motor es la creación de una nueva universidad privada. Trascendió que el patrimonio del club asciende a más de 11 millones de euros. Asimismo, se comentó la existencia de un crédito fiscal, algo habitual en compañías que tienen una gran dimensión como es el caso de ésta.

Llegó el momento de votar las cuentas de la temporada pasada (pérdidas de 2 millones de euros), la propuesta de presupuesto para la presente (72 millones), los cambios en el Consejo, variaciones en los estatutos, delegación a los directivos para aplicar los acuerdos de la Junta y el tradicional turno de ruegos y preguntas.

La sociedad que sustentaba las acciones del Grupo Baskonia ha cambiado de nombre y había que actualizar esa circunstancia. Cuando llegaron los ruegos y preguntas volvieron a salir temas recurrentes como la incomodidad en el estadio de Mendizorroza, su posible ampliación, la pérdida de socios e incluso una propuesta para que el club de fútbol recobre su autonomía al margen del baloncesto debido a su viabilidad económica. El Consejo respondió como pudo a algunos temas espinosos pero, a la hora de votar, barrió como era previsible. Todo se aprobó con más del 99 % del capital social representado en la sala. Siendo titulares del 85 % de los títulos de forma absoluta no se les puede toser. Pero el ejercicio de debate resulta edificante porque demuestra que el club está vivo.

La gente cumplió con todos los protocolos de lucha contra el coronavirus con mascarillas, distancias respetadas, votos con un mando a distancia y otros detalles. Los accionistas fueron obsequiados con una bolsa que contenía los informes de la Junta, una baraja de cartas y una botella de vino de Rioja Alavesa. La cita duró casi cuatro horas como viene siendo habitual en los últimos años porque el renacentista Palacio de Villa Suso es de propiedad municipal y hay que desalojarlo antes de la 10 de la noche.