Unai Simón: "La Eurocopa y los Juegos me sirven para estar con más seguridad en la portería"
El meta internacional del Athletic consdiera que está ante su mejor temporada en la élite, aunque no esconde que lleva poco tiempo entre los mejores.
Unai Simón admite que el pasado verano dio un curso acelerado de asentamiento en la élite. La Eurocopa, donde llegó hasta semifinales y cayó en los penaltis ante Italia, y los Juegos, donde cedió el oro en una final dramática ante Brasil, curten a cualquiera. "Sí me sirvió para madurar, por momentos y experiencias diferentes que no he tenido nunca. Hay cosas que te marcan en lo futbolístico y lo personal. Lo de este verano se le da mucho bombo, igual lo exagero, pero te da circunstancias que no había tenido y me sirven para estar con más seguridad en la portería de San Mamés". Eso sí, sus vacaciones fueron casi inexistentes por esa doble cita con la selección española, pero puntualiza: "Es algo mucho más mental, al menos en la posición que juego, llegué muy bien, hay que tener unos días de vacaciones para cerrar ciclo, estoy haciendo las cosas bien, es lo que importa. Física y mentalmente estoy perfecto".
Le llegan una vez y le marcan, ¿eso frustra?
Hemos vivido situaciones de estas y es nuestro trabajo. El equipo hace una gran labor. Nos tiran uno a puerta y es el que va para dentro, la próxima vez habrá que sacarla. Estamos haciendo las cosas muy bien y tenemos que seguir así.
El año pasado tuvo algunos errores y se pudo recuperar ¿cómo lo consiguió?
Olvidándolo, debes centrarte en las acciones posteriores, pensar tanto en los errores como las buenas paradas no sirve para nada, tienes que seguir trabajando y pensando en el día siguiente. Es la mentalidad que siempre he tenido.
¿Se considera uno de los pilares del equipo?
No, porque aquí no hay un líder, uno que tira únicamente del carro, aquí tiramos todos y tratamos de poner nuestro granito de arena.
¿Qué dice a la afición sobre si viene algún equipo a ficharle?
Esta respuesta la he dado muchas veces. Responderé lo mismo: siempre que Athletic quiera que esté aquí, me voy a quedar, le debo la vida y se la voy a devolver de la mejor manera posible, defendiendo la portería del club todos los partidos.
¿Cómo se puede mejorar la eficacia?
Si metemos todas las ocasiones, igual estaríamos en Champions, UEFA o no sé... es una de las facetas a mejorar. Estamos bien en cuanto a solidez defensiva, es difícil mejorar, pero se puede sacar algún matiz. El primer año con Gaizka (Garitano) hicimos una labor defensiva importante. Hay que seguir trabajando de cara al gol y tener optimismo porque llegarán los buenos resultados.
¿No meter gol puede llegar a frustrar?
La misma frustración de los delanteros la tenemos todos, para lo bueno y lo malo, vamos todos de la mano. Somos conscientes de cómo hay que entender el fútbol. Lo difícil es lo que hacemos: si llegamos, lo que queda es el último tiro, la plantilla lo sabe y entiende que es cuestión de insistir. Hay que tener esa actitud y seguro que entran los goles. En cuanto metamos el primero, esto va a dar la vuelta.
Lleva 11 goles en 15 partidos, buen bagaje. ¿El mejor año de su carrera?
Llevo tres años, no 15, no es una burrada. De las tres temporadas, es la que mejores números estoy teniendo. Aparte de eso, son las sensaciones. Me encuentro bastante cómodo en el campo, entiendo la lectura del míster.
En la Selección juega bastante con los pies y aquí, no tanto.
Toda la vida no voy a tener el mismo entrenador, te tienes que adaptar. Me resulta más fácil un juego más directo como el del Athletic, pero si quiero jugar en la Selección, tengo que hacerlo de la manera que Luis Enrique me pide.
¿Qué mensaje lanza a la afición?
Es normal que alguno entienda que se puede estar mejor y se impaciente. Hay que ser más objetivo. De cara a los goles, sería preocupante meter uno con una sola ocasión, el fútbol da los resultados que debe. El otro día en San Mamés vivimos un asedio al que va segundo en LaLiga. Se ven las ganas de este equipo, que tiene rabia por demostrar a su afición que merece la pena apoyarle en San Mamés.