Borja Lasso cuelga las botas

Justo el día en el que Borja Lasso cumplía dos años de baja por una grave lesión anunció que colgaba las botas bastante antes de lo que había previsto cuando empezó en este deporte. “Querido fútbol, jamás habría podido imaginar que esta historia entre nosotros hubiera tenido que terminar tan pronto y de esta manera”, publicó en sus redes sociales.

“Ha sido un honor jugar para tres clubes históricos que hacen honor a esa grandeza y he sentido que me han querido de manera especial”, apuntó. Sevilla, el equipo en el que se formó, Osasuna y Tenerife han sido las camisetas que vistió en estos 27 años. “Gracias por haberme permitido saber lo que es defender su camiseta. Gracias a todos los que me han acompañado en ese maravilloso viaje”, añadió el atacante.

El futbolista contó que “he agotado todas las vías para recuperar mi tobillo, pero no ha podido ser. Echaré mucho dar de menos dar una asistencia a un compañero, devolver una pared o poder celebrar un gol con la afición. Se abre una nueva etapa que también será maravillosa y donde se abre una nueva oportunidad. A mis compañeros, les digo que disfruten de la profesión más bonita del mundo. Gracias por tanto”, finalizó.

Luis Miguel Ramis, en rueda de prensa, también lamentó que tenga que dejarlo todo de esta manera. “Ha sido honesto. Siempre ha querido volver a su mejor nivel y no por debajo. Es una decisión difícil, pero había que dar ese paso. Si hubiera vuelto, no habría disfrutado de la misma manera. El fútbol castiga a veces sin merecerlo”, dijo.

Borja Lasso ofrecerá este viernes una rueda de prensa en la que estará acompañado por el presidente de la entidad, Miguel Concepción y de todos sus compañeros. Y el próximo 2 de enero, en la previa del derbi entre el Tenerife y Las Palmas, el jugador pisará por última vez el Heliodoro para recibir el reconocimiento de la afición.

Todo este calvario empezó el 14 de diciembre de 2019. El Tenerife recibía al Alcorcón y a poco de empezar el encuentro sufrió una dura entrada de Myakushko que le sacó de la cancha. El diagnóstico fue el menos deseado porque se confirmó una fractura distal en el peroné izquierdo. Unos días después, tuvo que pasar por el quirófano en Sevilla donde llevó la gran parte de su recuperación.

Una vez que el Tenerife retomó los entrenamientos tras el confinamiento, Lasso regresó a la Isla con la esperanza de volver a participar, pero nada más lejos de la realidad. “No he parado de buscar soluciones para arreglar esos problemillas. Os debo una gran temporada completa a todos y, estoy seguro, de que va a ser la próxima”, publicó el jugador por aquellos días. Un deseo que tampoco se cumplió ya que fue sometido a un nuevo tratamiento: la neuromodulación.

Se le esperaba para empezar la pretemporada, pero tampoco ha podido. Fue así que pasó por el quirófano por tercera vez, en esta ocasión bajo las manos del doctor Niek van Dijk quien le realizó una cirugía artroscópica exploradora y terapéutica en Portugal en la que se retiró tejido fibroso de su tobillo izquierdo. Nada de eso funcionó y Lasso tuvo que tomar la determinación de dejarlo. Por eso hoy, el balón está un poco más triste.