La felicidad de Chimy Ávila
El delantero argentino anotó ante el Barcelona su tercer gol en esta Liga
Corría el minuto 85 del partido que el domingo midió en El Sadar a Osasuna y Barcelona. Los rojillos perdían por uno dos, pese a estar haciendo las cosas bien. Entonces apareció Chimy Ávila que había ingresado en el terreno de juego hacía unos minutos. Enganchó un balón desde fuera del área y de un zapatazo marcó el empate a dos. El Sadar enloqueció. El delantero argentino no podía disimular su felicidad tras el encuentro y apuntaba: “Sabíamos con quién nos enfrentábamos”. Osasuna le echó huevos y corazón, como hace siempre. ¿El gol? Uno al tirar no piensa en meterla ahí sino en acabar jugada; por fortuna, entró”.
Su gol no estuvo exento de dedicatoria: “Este gol es para toda la gente que me acompañó tras las dos lesiones y nunca dejó de estar a mi lado, qué menos que regalarles estas cosas y mucho más”.
El Comandante dejó claro que sus lesiones ya las ha olvidado: “Se trataba de presionar al rival arriba, me rompí dos veces por tener esa característica y si me vuelve a pasar por hacer lo mismo, mala suerte”.
Chimy Ávila ha anotado tres goles esta temporada, ante el Villarreal en La Cerámica, ante el Granada y el domingo frente al Barcelona. Los tres han servido para dar puntos a su equipo. No es de extrañar que esté feliz. Junto a David García es el máximo goleador del equipo.