De Paul, guerrero con premio
El argentino sumó su primer gol en el Atlético tras una fantástica segunda mitad. El líder del equipo en robos (14), pases, despejes... no da un balón por perdido.
Rodrigo de Paul se ha ganado al vestuario del Atlético. El argentino llegó en verano después de cuajar una extraordinaria Copa América, levantando el título como probablemente el mejor jugador de la final contra Brasil. Y desde el primer día como rojiblanco ha buscado ganarse un hueco en el esquema de Simeone con humildad y trabajo.
Partido a partido, la influencia de De Paul ha ido aumentando hasta convertirse en un fijo en el doble pivote junto a Koke, a la espera de ver como evoluciona el centro del campo cuando Llorente pueda volver a adelantar su posición y deje de ejercer de parche en el costado derecho. Si en los últimos partidos De Paul había sido el cambio habitual de Simeone en la segunda mitad, empeorando varias veces el resultado cuando el argentino salía del campo (Valencia, Milan, Mallorca…), el escenario del final del duelo contra el Oporto era propicio para él.
El partido se había ido embarrando, se necesitaba pierna fuerte, carácter y físico para conseguir la clasificación a octavos de la Champions y ahí De Paul es todo un experto. El argentino, que al igual que Koke sufrió para hacerse con el control del juego durante la primera parte ante la intensidad portuguesa, fue de menos a más y acabó devorando el centro del campo. El tercer gol es el mejor ejemplo de su garra y hambre, yendo a presionar pese al 0-2 del marcador, robando, poniendo el pase atrás a Griezmann y aprovechando el despeje para conseguir su primer tanto como rojiblanco.
La sentencia y un premio individual a la fe y a no dar una pelota por perdida. De Paul recuperó 14 balones, el que más del partido, también fue el que más pases completó en el Atlético (26), se midió en once duelos cuerpo a cuerpo, realizó tres entradas con éxito y despejó siete balones. Este Atlético más talentoso necesitaba carácter en escenarios y momentos calientes como ocurrió en Do Dragao, había perdido a Luis Suárez, en la primera mitad el gol inicial del Milan complicaba aún más las cosas… y tener a De Paul es un valor añadido. Un jugador que transmite cholismo y un carácter y una intensidad en el centro del campo que el Atlético había ido perdiendo con la marcha de Gabi. Aún en crecimiento y en busca de ese De Paul de la selección, el argentino es un jugador de grandes partidos.