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Quique González: "No me han puesto las cosas fáciles"

Llegó en 2019 a Eibar y desde entonces suma dos goles, ambos en Copa. No marcaba desde enero y lo logró en Gernika el jueves en el asequible cruce en el torneo del KO.

Quique, tras marcar al Gernika
SD EIBAR

Quique González fue decisivo en el pase copero del Eibar en Gernika, al marcar de penalti el 0-1. Luego llegó el 0-2 de Leschuk y recortó distancias Arana. El caso de Quique es digno de estudio. Llegó a Ipurua en 2019 y empezó a competir con nombres del calibre de Sergi Enrich, Charles y Kike García. Firmó por cinco años nada menos. Su primer curso armero fue una auténtica pesadilla. El delantero vallisoletano no fue capaz de marcar ningún gol. Ni en Liga, ni en Copa ni tampoco en amistosos. Lejos quedaban los 17 en el 39 partidos con el Deportivo que le catapultaron hasta la élite. Mendilibar no confiaba en él. Costó mucho: 3,5 millones de euros. Antes dio un portazo en El Sadar que no hizo gracia a la aficion rojilla, previo pago de los 1,7 millones de euros de la cláusula de rescisión.

El punta azulgrana (31 años) cuenta con una amplia experiencia en Segunda División, llegó a debutar en Primera en la temporada 2014-15 con la camiseta del Almería. Depor, Osasuna, Racing de Santander, Guadalajara, Valladolid Promesas y Logroñés son sus estaciones de paso en su carrera. En 2020 se estudió su cesión, pero la marcha de Charles Días y los problemas para encontrar un sustituto de garantías abortaron la operación.Tras el descenso, se planteó también una salida, aunque su ficha es muy elevada y los rectores deportivos pensaban que en Segunda su rendimiento sería óptimo, por tratarse de la categoría que más se adecúa a su potencial. Pero las cifras no mejoran. Lleva dos goles en estos dos años y medio en Ipurua, el que anotó en enero en Copa ante Las Rozas y el del jueves en Gernika.

"Como delantero, meter un gol siempre es bonito", celebraba en Urbieta. se le cuestionó si se había quitado una mochila de piedras de encima. "No es ningún peso, simplemente es alegría, ilusión con lo que más me gusta que es meter goles, que es lo que he hecho siempre". Estaba contento de que su diana "sirva para pasar de eliminatoria", y dejó claro que no baja los brazos: "Sea aquí, en Gernika o en el Bernabéu, me voy a exigir lo máximo, no me han puesto las cosas fáciles para llegar donde he llegado, me lo he ganado yo solo a base de mi trabajo y mi fútbol y esa es mi mentalidad. No estoy jugando todos los partidos que me gustaría de titular, hacerlo aquí es una ilusion y muchas personas que no se dedican al fútbol profesional les gustaría estar en mi lugar". Tiene mucha competencia: Franchu, Llorente, Fran Sol y Leschuk.