Con la mirada en Marchamalo... y, de reojo, en El Alcoraz
El Real Valladolid prepara el debut en Copa del Rey en una semana apretada, en la que jugará el martes y el viernes.
José Rojo Pacheta, entrenador del Real Valladolid, ha mostrado repetidas veces su querencia por la competición, aunque competir conlleve jugar miércoles y domingo. Esta semana lo hará martes y viernes, con la irrupción de la Copa del Rey y el anticipo de la próxima jornada de Liga, que el conjunto blanquivioleta abrirá en El Alcoraz. Por ello, desde ayer domingo trabaja con la mirada puesta en Marchamalo, pero, de reojo, en la visita a Huesca.
Y es que la primera sesión fue dirigida a la recuperación de los titulares en la victoria ante el Cartagena, como suele ser habitual, si bien la segunda jornada posterior no podrá ser de descanso, como suele suceder, sino que continuará el trabajo en Los Anexos con una óptica semejante, en la que seguramente los futbolistas con menor participación mantendrán el pulso dominical de cara a un eventual protagonismo en el estreno copero.
No habrá paz para los vallisoletanos hasta después de jugar contra el Huesca de Xisco Muñoz, ya que después de entrenar domingo y lunes y jugar el martes, miércoles y jueves se volverá a ejercitar en Valladolid antes de emprender el viaje a la provincia altoaragonesa, donde, después de intentar sellar el pase a la siguiente eliminatoria en Copa, el Pucela querrá mantener el ritmo competitivo de las últimas jornadas.
El calendario, caprichoso, ha querido que a los 530 kilómetros del desplazamiento a Marchamalo, 265 de ida y 265 de vuelta, haya que sumar 980 de la ruta hasta El Alcoraz, si bien no parece descabellado pensar que no todos los jugadores disponibles completarán todo este trasiego, toda vez que el viaje del martes a Guadalajara parece el propicio para que alguno de los futbolistas que acumulan más minutos tenga descanso, cuanto menos, competitivo.