Canal, un jefe señalado y aislado
Según ha podido saber AS, el máximo responsable de los servicios médicos del club verá cercenadas sustancialmente sus funciones. Para empezar, dejará de tomar decisiones en el primer equipo de fútbol y el filial.
El jefe de los servicios médicos del club, Ramon Canal, tiene muy complicado continuar en el club. Su situación ahora mismo es insostenible: sólo se mantiene en el cargo por su gran amistad con el presidente Joan Laporta, quien le abrió las puertas del club en el 2006. Canal no sólo ha perdido la confianza del actual staff del primer equipo, encabezado por Xavi Hernández, sino que ha visto como sus dos personas de máxima confianza, el médico Lluís Til y el fisioterapeuta Juanjo Brau, han sido despedidos de manera fulminante, sin que pudiera mover un dedo para salvarlos. Lo único que intentó es reubicar a Brau, pero el fisio, viendo que iba a estar prácticamente relegado, decidió abandonar el club, mientras que con Til, no hubo ninguna opción de reubicación.
Canal, pese a los rumores de destitución, sigue todavía al frente de los servicios médicos del club. Pero, según ha podido saber AS, su situación va a empeorar sustancialmente en los próximos días. De hecho, ya le han comunicado que va a dejar de asumir decisiones en el primer equipo y en el filial, donde a partir de ahora será el médico del filial, Xavi Valle, el máximo responsable, a la espera que aterrice Ricard Pruna, quien asumirá todo el poder en los servicios médicos.
En el momento que se incorpore Pruna, la marcha de Canal se presume inevitable. Y es que no hay que olvidar que el galeno blaugrana se vio forzado a salir del club, hace ahora un año, por su incompatibilidad con el actual gestor de los servicios médicos.
Además, el crédito de Canal se ha agotado en el club. Cuando se hizo cargo de los servicios médicos del Barcelona eran una referencia mundial, pero una serie de decisiones erróneas y la marcha de algunos de los mejores profesionales a lo largo de estos años, ha convertido este departamento en una sombra de lo que fue. Las recaídas de Piqué, Sergi Roberto, Pedri, Araújo, Fati, Dembélé y un sinfín de jugadores más en el último año, han sido el colofón de una nefasta gestión de un médico, que sus propios colaboradores definen más como un político que un galeno.
Con la marcha del actual jefe de los servicios médicos se habría completado la revolución, adelantada en exclusiva hace tres semanas en AS, en esta problemática área. Al final estaríamos hablando de diez personas afectadas por los cambios, ya sea en forma de despido o reubicación: tres médicos (Canal, Til y Yanguas), tres preparadores físicos (Roca, Bartrés y Tarrago), dos fisioterapeutas (Brau y Linde) y dos analistas (Peláez y Melero).