Fast and Furious: trompos en el motocarro
La actuación de unos vándalos dañó el césped de El Sardinero, pero el trabajo de los jardineros del Racing permitirá incluso que el equipo entrene ya mañana
Este atraco a las tres (de la mañana) fue muy cutre: unos ladrones frustrados dando trompos bajo la luz de la luna montados en un motocarro cargado de abono, rastrillos y azadas. Si al menos la escena la hubieran protagonizado talentos como los de Alfredo Landa o José Luis López Vázquez, el de "Fernando Galindo, un admirador, un esclavo, un amigo, un siervo...", podríamos reírnos, como en su extraordinaria 'Atraco a las tres', de Pedro Masó. Lo de esta pasada madrugada en El Sardinero fue más digno de lástima. Por el estado en el que dejaron parte del terreno de juego, y por los que perpetraron el acto.
A pesar de todo, el sábado se jugará el Racing-Unionistas en El Sardinero sobre un césped que no estará en perfecto estado, al menos en la esquina sureste del terreno de juego, pero que estará practicable. Tras el susto que se llevó Marcos, el jardinero del estadio, cuando llegó a su puesto de trabajo a las ocho de la mañana, y que se hizo viral en cuanto el Racing puso las imágenes en sus redes sociales, unas horas de trabajo sobre el verde lo ha dejado listo incluso para que el equipo entrene mañana viernes allí.
Aunque la Policía está revisando las cámaras que están instaladas por fuera de los Campos de Sport (las de dentro, numerosas, solo graban los días de partido) y la Policía científica está tratando de encontrar huellas dactilares que señales a los autores, los primeros indicios parecen apuntar a una gansada de unos ladrones frustrados por no encontrar nada que robar: Intentaron entrar, sin conseguirlo, en el bar 'La Tasca' , pero sí lograron romper parte del enrejado de la Puerta nº15 del estadio y meterse dentro.
Forzaron las cerraduras del cuarto de los generadores eléctricos, circularon por el interior del estadio, dejando apenas un rastro de luces encendidas, pero sin encontrar nada que robar. Cuesta creer, con la década en la ruina que lleva el Racing, que haya todavía alguien en Cantabria que piense que en su sede puede encontrar algo que robar que tenga algún valor económico. Frustrados, se acercaron hasta la puerta noroeste, donde la empresa 'Parques y jardines', la que cuida las zonas ajardinadas del municipio tiene un pequeño almacén para sus aperos de jardinería y donde guarda un par de motocarros..., con las llaves puestas. Y esa fue la suya. James Bond hace trompos con un Aston Martin, ellos con un motocarro.
Tal vez la astracanada en la que mutó un atraco frustrado pueda servir para aclarar las siempre sorprendentes relaciones entre el Racing y el Ayuntamiento de Santander con el estadio de por medio. Por ejemplo, la razón por la que una empresa ajena al club tiene un almacén y guarda sus vehículos dentro del recinto, a escasos cinco metros de un banderín de córner. Y si no sirve para eso, al menos le puede brindar a Daniel Sánchez Arévalo, el estupendo y muy futbolero director de cine cántabro, una escena para su próxima comedia. Seguro que no se le había ocurrido montar a Antonio de la Torre y a Raúl Arévalo en un motocarro a hacer trompos en un estadio. Si tiene presupuesto, que piense en el nuevo Bernabéu la noche antes del primer partido de la Superliga. Las plataformas se lo quitarían de las manos.
