El balón parado vuelve a desangrar al Amorebieta
Con los dos tantos recibidos en el Tartiere, el 37% de los goles que ha encajado el conjunto zornotzarra en lo que va de temporada provienen de jugadas de estrategia y penaltis.
La estrategia vuelve a penalizar al Amorebieta en un nuevo partido de LaLiga SmartBank. Los dos tantos que condenan al equipo de Vélez en Oviedo vienen de jugadas a balón parado. Una de las que se podían presuponer fortalezas para los azules está siendo una debilidad este curso. Diez de los 27 goles recibidos en lo que va de liga vienen del balón parado. Siete de ellos de jugadas de estrategia como córners, saques de banda o faltas laterales, y tres de penaltis. Lo que supone el 37 % de los goles en contra.
A pesar de no ser números tan escandalosos, sí que llaman la atención en un equipo que apuesta por el juego directo y emplea muchos de sus esfuerzos en las disputas aéreas. De sus 19 dianas cosechadas, seis han sido originadas por el balón parado, es decir, el 31 %. Sin embargo, en un aspecto que deben dominar, no están teniendo demasiada fortuna. Ya ocurrió en Anduva con el tanto de la sentencia, así como en la visita del Pucela con el anecdótico gol recibido en la apabullante victoria de los azules. Quizás el más doloroso llegó en Alcorcón con el saque de banda que acabó con el empate en la última jugada. Tampoco estuvieron acertados frente al Burgos con el que supuso el momentáneo 1-2, ni ante el Lugo en el primer saque de esquina. Por último, en el Carlos Tartiere volvieron a verse superados en la estrategia con dos goles que echaron por tierra cualquier posibilidad de sumar.
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Al margen de la estrategia, los penaltis también están haciendo daño al Amorebieta en la lucha por salir de la zona baja. Tres tantos han encajado los vascos desde la pena máxima, de los cuatro que les han sido señalados en contra, dos de ellos muy controvertidos. Contra el Eibar, Santamaría detuvo uno de los dos que les lanzaron. Luego llegarían los dos penaltis que terminaron por desquiciar a Vélez de Mendizabal, al ser cuanto menos dudosos. En Tenerife el que abría brecha con el 2-0, y en Alcorcón el que puso el 1-1 a la vuelta del descanso, penalti que paró Saizar y entró tras el rechace. Por su parte, el Amore aún no ha lanzado desde el punto de penalti.