LAS PALMAS
La UD entra en lo desconocido
Las Palmas llevaba sin perder dos veces desde mayo. Ahora, los de Pepe Mel han caído ante Zaragoza y Málaga de forma consecutiva.
Decía el examarillo Juan Cala hace ya algunas temporadas "si hay que perder puntos que sea fuera". Y esta máxima la había llevado tatuada la U.D. en esta temporada grabada en la frente. Hasta que llegó el Zaragoza y se llevó el primer botín de tres puntos del que podía denominarse —con cierta épica un tanto inflada— el fortín del Gran Canaria. Sobre todo por la altura del curso.
Sin embargo, con inflación nominal o no, era cierto que hasta ese encuentro, había jugado ocho encuentros en casa y había ganado seis y empatado dos—. Y ahí era donde asentaban los amarillos una clasificación que llegó a asomarse al tercer lugar hace pocas jornadas y donde asienta su actual posición de promooción de ascenso tras apenas conseguir uno de los últimos nueve puntos, y es que desde la jornada ocho Las Palmas está entre los seis primeros.
La imponente racha que le permitió escalar desde la decimocuarta posición de la quinta jornada hasta rozar puestos de ascensos directos nueve fechas después, estuvo solidificada en la máxima de hacer buenos los empates como visitante con victorias en casa, la llamada media inglesa.
O cuando menos hacer de derrotas con la de Lugo un mero rasguño que restañaba en casa el siguiente partido. Y es que los amarillos en ese tramo liguero, de la quinta a la decimocuarta jornada sumaba por partido 2,22 puntos por partido. Cuando la media de su temporada está en 1,59.
Una buenísima racha que ocurrió justo cuando muchos de los que venían siendo titulares cayeron lesionados y tuvieron que dar un paso al frente Kirian, Benito, Clemente, Fabio. En mitad de un calendario estrechisimo, jugando 6 encuentros —con tres desplazamiento— en 21 días.
Y justo cuando parecía despejarse el camino, con el equipo mirando más al segundo puesto que al séptimo, con un calendario con un partido semanal y la vuelta de Viera, llegaron dos derrotas. Ante el Zaragoza y el Málaga. La primera vez en toda la temporada que los amarillos son batidos dos veces seguidas, algo que no ocurría desde el mayo del curso pasado.
Sin embargo, son derrotas que estuvieron a punto de no producirse. Y que destacan por algo en común. En ambas Las Palmas nadó para llegar a la orilla, porque realmente llegó a tierra. No se quedó merodeando. En esos dos partidos los amarillos se vieron por debajo del marcador y en los dos fue capaz derribar la puerta y empatar en el 67 —ante el Zaragoza— y en el 77 —ante el Málaga—.
No obstante —lógicamente porque sino no habrían sido derrotas— en esos dos últimos encuentros, sus rivales pudieron deshacer esos empates nueve y trece minutos después de que los amarillos pusieran un pie en la arena, llegando el anticlímax para los aficionados canarios.
Así pues —y aunque los amarillos puedan entrar en una nueva fase en la que de puertas afuera haya perdido la pujanza que traía el equipo— en el interior de la caseta Mel lo tiene claro, "tenemos un patrón de juego con el que llegamos a posiciones de remate de diferentes formas y con un criterio" y a ese sistema es al que se aferrarán porque fue el mismo que le llevó a estar tercero en la jornada catorce.