LAS PALMAS
Balance positivo para Moleiro y Coco
Los jugadores amarillos regresan de sus compromisos internacionales.
Concluyó la última ventana de selecciones de 2021algo que ha significado un quebradero de cabeza para los técnicos de Segunda. Xabi Alonso, uno de los grandes damnificados, comentaba que "en la Championship son 24 equipos y cuando juega la selección, paran" algo que manifestaba igualmente Pepe Mel y lo ilustraba con sencillez "no entiendo por qué nosotros pagamos a los futbolistas, se los llevan y tenemos que seguir jugando".
Pues esas pequeñas jaquecas añadidas al día a día concluyen para el técnicno. Por lo menos durante un tiempo. No mucho. Hasta enero de 2022, en el que comenzará la Copa África y volverá en primavera en la se jugará la última fase de clasificación para el campeonato de Europa sub 19, la Ronda Élite. De esta ventana recién finalizada sobresale el balance individual de los dos jugadores amarillos, Alberto Moleiro con la sub 19 de España y Saúl Coco con la absoluta de Guinea Ecuatorial.
Empezando por este último, el lanzaroteño vendrá con mayor carga de minutos en sus piernas, ya que disputó todos los minutos con los ecuatoguineanos. Algo positvo, pues solo ha podido jugar con los amarillos 11 minutos. Pero no solo el tiempo jugado trae Coco en sus piernas, sino la confianza que da incrementar sus registros goleadores, que no son nada desdeñables. Un defensa que ha anotado dos goles en siete partidos oficiales, ambos rematando a balón parón. La nota negativa, es que con el empate ante Mauritania se desvanecieron las oportunidades de poder entrar al Mundial al no superar a Túnez en la lucha por la plaza que estaba en juego para el playoff final.
Alberto Moleiro regresa con la doble sensación del trabajo hecho. Primero, porque jugó 224 minutos con dos titularidades en tres encuentros y anotó un gol —aunque ante Bélgica marcó otro en propia a puerta—. Y segundo, porque España se clasificó para la ronda Élite. Torneo previo que se disputará en la primavera de 2022. Que será cuando Mel tendrá, probablemente, otra jaqueca a cuenta de las internacionalidades justo cuando su equipo se esté jugando el pan y el agua.