A Tienza lo que es de Tienza y a Camus lo que es de Camus
El choque de las ausencias sirvió para que reivindicaran varios de los habituales suplentes. El peor parado fue Isma López, que recibió un mensaje demoledor
Presentación de credenciales
Fausto Tienza lleva más de doscientos partidos en el fútbol profesional, pero hasta anoche para el racinguismo era un fichaje bajo sospecha. La parroquia de El Sardinero tiene el morro fino y no le acaban de entrar por el ojo los centrocampistas con poco manejo de balón. Tienza, las cosas como son, es mejor cuando pelea por recuperar un esférico que cuando lo tiene y solo uno de cada diez pases lo da para adelante (es una hipérbole, está medido a ojo, que no tengo los datos del big data). Incluso ha dado la sensación que los partidos se le hacían demasiado largos. Ayer, las cosas como son, fue el mejor. Firmó un partidazo, sustentó a su equipo, junto a Íñigo, cuando los cachorros tuvieron el balón, ganó todos los duelos y en el 90' seguía corriendo como un jabato. Además, como bonus track, metió un pase en profundidad digno de Xavi Hernández (que está ahora de moda), germen del primer gol. Me da que, tras lo de León, nunca más veremos un centro del campo sin Tienza ni Íñigo. Uno, por lo menos, siempre en el campo.
Pues sí, es injusto
Si frente al Bilbao Athletic Tienza, que ya tenía el respaldo de su técnico, se ganó el de la afición, creo sinceramente que Marco Camus, que ya tenía el respeto del racinguismo, se ganó el de su entrenador. Hizo méritos para ello, desde luego. Y hablo del respeto de verdad, no del de boquilla. El de "toma la banda, que es tuya, a jugar" y no solo el de las declaraciones en sala de prensa. Camus es claramente el único relevo de verdad en cualquiera de los dos extremos. Por mucho que a Romo le guste Manu Justo, que por eso le ha fichado, el vigués no es extremo y Marco sí. A mí me gusta más por la izquierda, pero también por la derecha es la alternativa a Álvaro Bustos y a Patrick Soko. Confieso que yo también me fío de los dos titulares, pero Camus se merece mucho más de lo que le ha reconocido hasta ahora Romo. Y desde luego no ser ni el cuarto, ni el quinto extremo.