IRLANDA 0- PORTUGAL 0
Irlanda seca a Cristiano y el Mundial está a un punto
Portugal, que no logró pasar del 0-0 ante los irlandeses, le vale un empate ante Serbia para asegurarse un billete para el Mundial de Qatar.
Portugal está a un punto de Qatar 2022. Los de Fernando Santos no lograron pasar del 0-0 ante una Irlanda muy peleona, pero están en una posición privilegiada para la gran final de este domingo ante Serbia. Ambos están empatados a puntos y en caso de mantenerse la igualdad tras el enfrentamiento directo entre ambos, será la diferencia de goles general (favorable a Portugal) la que decantará el pase mundialista y el que se conformará con la temida repesca.
RESUMEN
Irlanda: Bazunu; Doherty, Coleman, Duffy, Egan, Stevens (McClean, 78’); Cullen, Hendrick (Hourihane, 78’); Ogbene (Keane, 91’), Robinson y McGrath (Idah, 61’).
Portugal: Rui Patricio; Semedo, Pepe, Danilo, Dalot; Palhinha, Matheus (Moutinho, 57’), Bruno Fernandes (Renato, 75’); Cristiano, André Silva (João Félix, 75) y Guedes (Leão, 57’, Fonte, 83’).
Árbitro. Gil Manzano (España). Expulsó por doble amarilla a Pepe (82’). Amonestó a Ogbene (29’), Coleman (54’), Danilo (70’) y Dohery (93’).
Estadio. Aviva Stadium.
Aunque no tuvieran opciones ni remotas de clasificarse para el Mundial, Irlanda presentó batalla y el Aviva Stadium lo vivió como una final. Portugal sufrió. Cristiano fue neutralizado y casi noqueado en todos los duelos aéreos que disputó. Los primeros en avisar fueron los irlandeses, Pepe tuvo que salir al corte. Tardó en responder Portugal. Un mano a mano de André Silva, que recogió el balón en el área y trató de colocarlo en la escuadra del primer palo de Bazunu. Una mano ágil del guardameta frustró al 9. La zaga irlandesa secó a Cristiano, que llegaba enrachado: un hat-trick ante Luxemburgo y siete goles en todo el clasificatorio. Primero fue Coleman, que taponó un disparo a bocajarro del delantero del United, y en al segunda parte faltó el acierto. Cristiano remató un sensacional centro de André Silva, pero el balón se fue rozando el palo.
El aullido de las gradas tuvo su mayor auge con un disparo de Robinson, que pretendía centrar, pero vio la oportunidad de recortar y armar la pierna para colocar el balón al segundo palo de la portería. Rui Patricio salvó los muebles con una gran estirada. Sería la primera de las varias que provocaría Robinson, que entre recortes, disparos y centros se convirtió en el gran incordio de la defensa portuguesa. Fue él también el que dejó a los de Santos con diez los últimos diez minutos, forzando un codazo de Pepe, que le costó la segunda amarilla.
Peleó Portugal sin éxito en busca del gol en los minutos finales pese a estar en inferioridad y sobrevivió a las llegadas de los irlandeses, que nunca bajaban los brazos. Qatar no estaba en juego, pero sí su honor ante los suyos. Y lo defendieron con uñas y dientes hasta el final.