Los pecados del Atlético
El equipo transmite una fragilidad alarmante que cuesta puntos. Mientras, Simeone hace pruebas en busca del once más equilibrado. En ataque hay muchas variantes, atrás no tantas.
El Atlético llega al parón lleno de dudas, porque aunque algunas cosas funcionan bien, cada vez mejor incluso, en otras el equipo está estancado (o retrocediendo) y los resultados se resienten. Desde que los futbolistas volvieron de jugar con sus selecciones en octubre, el Atleti sólo ha celebrado un triunfo en seis partidos. La Liga se complica y el pase a octavos en la Champions está a tiro de dos finales. Pero hay tarea por delante…
Los problemas más evidentes apuntan directamente a la defensa. Si al Atlético de Simeone le caracterizó durante muchos años su solidez, aquello queda ya lejos y encima los rivales lo saben. Los entrenadores ya no dicen lo de “si el Atleti marca el 1-0 se pone casi imposible…”. Y el 3-3 de Mestalla fue un capítulo más de esta vulnerabilidad alarmante. El equipo ha encajado 13 goles en 12 jornadas de Liga y 6 en 4 de Champions. En los últimos encuentros, sólo dejó la puerta a cero ante el Betis. Valencia, Liverpool (dos veces), Levante y Real Sociedad le hicieron al menos dos goles.
Errores colectivos e individuales
El equipo lamenta fallos estructurales y otros individuales. "Tenemos que prestar más atención, sobre todo en el balón parado", exigía Koke minutos después del traspié de Mestalla. En el 3-3, Hugo Duro se escapó muy fácil de la marca de Savic (y no era el único valencianista mal cubierto); en el 2-3, el delantero se coló con facilidad entre los tres centrales, con Giménez descolocado y Hermoso viendo entrar al ariete. En Anfield quedó muy señalado Felipe, aunque el resto tampoco salió muy bien parado. En la ida, en el Metropolitano, fue Hermoso quien regaló un penalti. Y se puede alargar la lista de deméritos de un equipo que peca de acularse en el área cuando le entran los agobios y, encima, de cometer faltas innecesarias y peligrosas. Y en estos supuestos sufre mucho más que en anteriores etapas del cholismo.
De lo ocurrido en Mestalla se autoinculpó Simeone. "El entrenador se equivocó y el equipo perdió por culpa del entrenador", dijo tras el encuentro. El técnico había montado el mismo plan que superó al Betis (3-0) y estaba saliendo muy bien: en el minuto 61 ganaba 1-3. Quizá por ello el Cholo demoró los cambios. En el 72’ entró Kondogbia —señalado también en el 2-3— por Correa y ya nada más hasta el 87’, cuando retiró a De Paul, el sostén del centro del campo, y a Suárez, que desde hacía rato le estaba costando estirar al equipo y salir a la contra, por Herrera y João Félix.Las cámaras de Movistar cazaron al Cholo diciendo en varias ocasiones “¿Qué haces Kondogbia? ¿Qué haces?”
Además, Joao también se quejó de los minutos de prolongación que concedió el árbitro: "Es siempre igual". No obstante, el míster tampoco profundizó en lo que él considera los errores que costaron el triunfo: “Cosas del fútbol, se habrán visto”. Algunos jugadores regresaron de Valencia con un negativo en la cartilla por parte del entrenador.
En busca del once ideal... y de João Félix
El técnico apenas pudo ensayar en pretemporada y además la llegada sobre la bocina de Griezmann ha obligado al Cholo a ir haciendo pruebas sobre la marcha. La zaga de tres centrales parece inamovible, a pesar de que sólo hay cuatro en la plantilla. El equipo va justo en defensa, pero arriba, al menos, parece que las cosas sí funcionan mejor. El equipo tiene gol, aunque Simeone aún da vueltas a cuál es su ataque ideal.
En la delantera hay muchas piezas y, por tanto, muchos dilemas. Tridente sí, tridente no, João, Correa, Suárez cuándo y cuánto… En los últimos partidos se ha asentado un sistema con tres atacantes y dos en el medio, pero cuando vuelvan Lemar y Llorente quizá no sirva. Para tranquilidad de Simeone, hay dinamita de sobra. No obstante, parece que João Félix vuelve a desengancharse.
Alerta máxima en Champions
Ahora toca “masticar la bronca”, como dijo De Paul, y para la vuelta del parón preocupan especialmente los partidos contra el Milan y el Oporto. Es decir, los que decidirán la clasificación en Champions. Europa no perdona a los equipos frágiles. Y en Liga no puede dejar escapar más al Madrid, ya a cuatro puntos. Mestalla mostró el camino de lo que sí y de lo que no. El Atleti dominó claramente y generó ocasiones, pero dos despistes le dejaron sin premio. Y lo peor de todo es que no es la primera vez. Simeone lo tiene claro: trabajo, trabajo y trabajo.