1x1 Barcelona: sin Nico y Fati, este Barça se rompe
Las lesiones de estos dos jugadores desarbolaron al equipo, que no supo reponerse y acabó tirando a la basura una ventaja de tres goles.
Ter Stegen: Nuevo partido para olvidar del meta alemán. Desacertado en el primer gol, que no supo retener una pelota sencilla, seguramente también molestado por el sol, ni tampoco en los otros dos goles encajados, donde se ha mostrado muy poco solvente bajo los palos.
Mingueza: Irregular. Le pone ganas, eso es indudable, y nadie le discute su compromiso con el equipo, pero hay que aportar algo más si quiere jugar en el Barcelona.
Eric: Estuvo impreciso en el marcaje y con desajustes, pero en líneas generales estaba completando un partido correcto hasta que el sóleo le dijo basta. Ya no salió tras el descanso.
Lenglet: Horroroso. Cometió errores entre infantiles y ridículos ante la presión de los jugadores del Celta, dejándose robar la cartera en más de una ocasión. Su marcaje a Aspas pasó del aprobado justo en la primera parte al muy deficiente en la segunda.
Alba: Partido extraño del lateral, que tras completar una gran primera parte, con un enorme centro a Memphis para que rematara de cabeza, se fue desdibujando tras el descanso y acabó exhausto y resignado, a partes iguales.
Sergio Busquets: Es la pura imagen del estado de absoluto desconcierto que vive el equipo. Tras unos 45 minutos ejemplares, siempre al quite y atento, recuperando balones y hasta marcado un gol, casi inaudito en él, pasó a una segunda parte desdibujado, sin recursos y aportando más bien nada al equipo. Acabó tan desesperado que vio una cartulina por protestar.
Nico: Superlativo. Hasta que unas molestias le retiraron en el campo en el minuto 51, estaba siendo el estandarte del juego blaugrana. Poderoso en todas y cada una de sus acciones, su jugada en gol de Busquets fue simplemente magistral. Que ahora mismo el Barcelona esté en manos de un chaval de 19 años, demuestra la extrema debilidad del equipo.
Frenkie de Jong: Fue de menos a más. Empezó sin apenas presencia y continuando con su juego plano y atonal, pero en los últimos minutos del partido, apareció el Frenkie más dinámico y activo, llegando a estrellar un balón al larguero. En todo caso sigue a años luz de aquel jugador dominador y con personalidad avasalladora en el campo.
Gavi: A un chaval de 17 años sólo se le puede pedir que acompañe al equipo. Pedir que sea quien se ponga los galones es demasiada responsabilidad. Y lo primero lo hace a las mil maravillas, gracias a su talento y capacidad de trabajo. No se le puede poner ni un pero. Como siempre lo dio todo en el campo, con más o menos fortuna.
Ansu: Peor que el empate fue la noticia de su lesión. Cuando estaba a punto de acabar la primera parte, en una jugada donde hacía un sprint para desmarcarse, se rompió los isquios de la pierna izquierda. Las sensaciones, a falta de las pruebas, son muy negativas. Antes de este infortunio, marcó un gol, con un poco de fortuna ya que rozó en un rival y acabó de desviar la pelota al fondo de la red.
Memphis: Seguimos sin hacer un partido redondo. No se le puede señalar como culpable, pero sí en sus pocas ganas de asumir galones en ataque. Marcó un gran gol de cabeza tras un gran centro de Alba. Pero su juego sigue sin acabar de arrancar.
CAMBIOS:
Araújo: En esta ocasión, acompañar a Lenglet en el eje central no le favoreció. Se le vio limitado hasta en el juego aéreo, su punto fuerte.
Balde: Se descolgó en la banda izquierda como extremo. Lo intentó, pero con poco éxito.
Riqui Puig: Es todo gaseoso en su juego, mucha chispa, pero todo desaparece de manera tan rápida como llega. Veremos si Xavi es capaz de reconducirlo.
Abde: Velocidad sin control suele ser un defecto más que una virtud.