Aguirre: "El fútbol me sigue poniendo... No estoy por dinero"
Con 42 años como profesional del fútbol, 14 como jugador y 28 como entrenador, Javier Aguirre acaba de ganar con Monterrey la Champions de la CONCACAF.
Irreductible e inasequible al desaliento, Javier Aguirre, el Vasco, (Ciudad de México, 1958), acaba de añadir a su impresionante currículo, un título mayor en el país que le vio crecer como futbolista y que le sirvió de rampa de lanzamiento para dar la vuelta al Mundo, sobre todo como técnico. Una conversación con él sabe a hierba y filosofía de vida.
-Los Rayados de Monterrey de Javier Aguirre campeones de la Champions de CONCACAF… Suena bien y supongo que sabrá mejor.
-Estuvo bien. Es una Champions menor si se compara con la de Europa. Son menos países, pero es la gran competición de nuestra Confederación. Los fuertes son los americanos y los mexicanos. Eliminamos en las semifinales a Cruz Azul, que era el actual campeón y en la final al América de Santiago Solari. Iremos a Abu Dabi en febrero al Mundial de clubes y a ver si hay suerte. Había estado en la Champions de Asia, de Europa, en la Copa América, en la Copa África, en la Copa Asia, en la Copa de Oro… Solo me faltan la Eurocopa y la Libertadores.
-Pero este título debe saber especial. Volvía al fútbol mexicano y está a punto de cumplir los 63 años…
-Es especial. No había llegado a ningún Mundial de clubes y me hace ilusión. Me hubiera gustado que por Europa estuviera un club español, que casi siempre está, pero esta vez no va a ser posible porque ganó el Chelsea. Pero puede que esté Flamengo, que es un grande de Sudamérica. Voy a Abu Dabi, un sitio donde viví dos años, gané dos títulos, la gente me aprecia. Voy a una de mis casas. También va un equipo egipcio. Fui seleccionador y tenía seis o siete jugadores de ese club en la selección. En el Chelsea me voy a encontrar a Cesar Azpilicueta que lo tuve en Osasuna y lo conozco desde crío…Iba a clase con mis hijos. Tengo muchos motivos para disfrutar de esta competición. Es un buen premio. Es por lo que estamos en esto todavía.
-Le escucho y da la sensación de que el fútbol le sigue poniendo… y mucho, como decimos en España.
-Sí, me pone, me pone. De lo contrario, no estaría. ¿Solo por ganar dinero? No. Tengo otras maneras de hacerlo sin tanto sacrificio y sufrimiento. Le gusta más a mi mujer, Silvia, que a mí. Le va la marcha. Llevamos 44 años juntos. La verdad es que nos pone a los dos. Nos llega una oferta de Japón y ella dice vamos a Japón. Llega de Abu Dabi, pues vamos allá. No pone pegas. No me dice nos quedamos en España o en México, que se vive bien. Me impulsa. Para venir ahora a Monterrey fue fundamental. Yo le decía me quedo en Madrid, busco un medio de trabajo para subsistir… Mira, acertamos. Ganamos un título importante.
-¿Hasta cuándo? ¿Se ha puesto fecha de caducidad?
-Me queda un año más de contrato. Es lógico que por mi edad las ofertas de trabajo sean menores, pero cuando me llamó Monterrey no lo dudé. Es una gran institución, sabía que íbamos a pelear por títulos y se dio el primero a los diez meses de llegar. Cuando llegué a España con 42 años me decía a mí mismo que no me veía dirigiendo más allá de los 50 y figúrese donde he llegado. Me pasé un poco… Y también decía, cuando me retiré de jugador con 32-33 años, que nunca sería entrenador de fútbol porque no me veía capacitado. No soy de fiar…
-Pero sigue disfrutando, si no ya se habría ido…
-Claro, eso seguro, pero de entrenador nunca es el goce que tienes como jugador. Haces lo tuyo y te olvidas, casi, de todo lo demás. Ahora además hay mucha más información en todos los sentidos. Cuando estaba en Osasuna, entrenabas y a casa. Hoy te están mandando todo el día información de datos. Puedes ver partidos hasta de las Islas Caimán. Yo no veo todo, pero sí mucho. Afortunadamente tengo gente que te limpia y te filtra partidos, jugadores… información en general.
-Mendilibar, que es de su época, dice que acepta todo tipo de información, pero que no es de estar todo el día con la Tablet para arriba y para abajo…
-Yo sí tengo. ¡Como para no tenerla! El 'Mendi' es más o menos de mi generación y somos de esa escuela, pero al final de cuentas no podemos olvidar que estamos trabajando con seres humanos y al final sigue funcionando la intuición, el olfato, la experiencia para saber que Pedro corrió más que Juan, pero tiene que jugar Juan porque tiene más cualidades. Y valoras situaciones que no te las da ninguna plataforma, ningún programa. Soy más de personas que de datos. Si viene un chaval y te dice que ha dormido mal porque el niño no le ha dejado dormir y que no está para entrenarse. ¿Y solo por eso lo vas a quitar? ¿Por qué no ha hecho los 3.500 metros que pedía su gps? ¡No me jodas! Lo que no tengo son redes sociales. Son demasiados desgastantes.
- ¿Cómo se ve la Liga española desde la distancia?
- Lo veo casi todo. Osasuna va como una moto. Está ahí arriba. El trabajo de Jagoba es impresionante. Este tiempo atrás hizo un fortín de El Sadar, que quedó precioso, hermoso. Le veo peleando por los boletos que dan acceso a las competiciones europeas. Ahora ya gana hasta fuera.
-Este Arrasate tiene algo muy de Aguirre: carácter.
-La doble 'erre'… Le conocí en San Sebastián cuando era ayudante del míster francés de la Real (Montanier). Hizo un buen trabajo en Segunda y luego ascendió a Osasuna. Utiliza el método de toda la vida de Osasuna, canteranos y buenos fichajes de fuera, muy elegidos, que comulguen con esa forma de ver la vida y el fútbol que se tiene en Pamplona. Donde por encima de todo está el esfuerzo, la entrega. No sabemos si jugamos bien, mal o regular al fútbol, pero el fútbol allí se respira de la mano del sacrificio.
-Su Atlético, aunque perdiera bien perdido en Anfield, también va bien…
-Eso puede pasar y más como se puso el partido. Pero va como un tiro. No me cansaré de alabar al Cholo. Es ya una década completa y está como el primer día. Contra el Betis estaba suspendido y estaba en el palco como un león enjaulado. Y eso lo transmite a la gente, lo valoran. Llega al jugador. Todos te hablan de cómo trabaja… No me olvido tampoco de los otros tres clubes. Me alegré del ascenso del Espanyol y sigo sufriendo con mi Leganés y mi Zaragoza en Segunda. Un ‘pedacito’ de mi corazón se quedó en todos los sitios que estuve y estoy convencido, porque la gente me lo ha demostrado que ellos también me quieren y me respetan. Y lo digo con orgullo.
-Un veterano de guerra como usted, ¿cómo lleva las nuevas tendencias futbolísticas? Nos hemos olvidado un poco del toque, de la posesión y se vuelve al fútbol físico, rápido, intenso…
-Ahora va más deprisa, sí. Hay un antes un después de lo que hizo el Barça con Guardiola. Era un modelo que se llevaba a la máxima expresión en su concepto, pero claro había que tener los elementos para llevar a cabo ese modelo. Hay gente se confundía y no se daba cuenta de que hay ocasiones en que lo que pide la jugada es un despeje largo y entonces era abucheado, criticado y señalado. Ya pasó ese momento de euforia del fútbol bonito. El tiqui-taka pasó. Hay que ser pragmático. Si no tienes ese tipo de jugadores, lo suyo es tirarla larga, buscar la caída y ahí comenzar a jugar. En una selección es distinto, porque tú eliges jugadores e implantas el modelo que quieres, pero en un club te lo dicta todo el tipo de jugadores con los que cuentas.
-Nunca le obsesionaron las tendencias futbolísticas, usted tiene sus propias recetas…
-Nunca. Es la verdad. Siempre me he sabido adaptar a lo que he tenido. Si diriges al Kun y Torres, no me iba a poner a defender. Siempre depende de lo que tengo en mis manos. No soy un libro cerrado. En el Leganés jugábamos un 1-5-3-2 con Braithwaite y En-Nesyri en punta. Y se nos fueron los dos en enero. Tuvimos que jugar de otra manera, más ataque construido, más pelota al pie. Técnico que no se saben adaptar quedan pocos. Técnicos como Simeone, Klopp, Guardiola… que juegan siempre igual y muy bien. Son los que admiro y son el top tres del mundo, pero los demás tenemos que currárnoslo. Mandan los jugadores en el sentido táctico y técnico. En lo otro mando yo, claro. Mi pizarra es un mundo. He jugado de todas las maneras posibles, pero hay un sistema que me gusta mucho que es un 1-3-4-3 en ataque que se puede convertir en un 1-5-2-3. Me gustan los carriles con perfiles naturales, un derecho a la diestra y un zurdo en la izquierda. Los extremos sí pueden ser a pierna cambiada, pero el carril o el lateral, no. Acuérdese de Reyes y Simao en el Atlético que los ponía a pierna cambiada. Detrás estaban Antonio López y Seitiraridis. No soy de fichar, de pedir a Pedro, Juan y Luis. Soy de jugar con lo que me da el club. Soy muy institucional, nunca de pedir y pedir. Dejo hacer el trabajo a los directores deportivos. Hombre, si me falta un pivote lo pido y si me dan cinco opciones, elegimos entre todos.
-¿Hasta cuándo tendremos a Javier Aguirre en los banquillos?
-Soy muy malo ‘futureando’. Cumplo 63. Veo a la gente joven, entusiasta, chavales de ‘treinta tantos’ que dirigen con energía y vigor. Yo no he perdido la energía, todavía tengo lo mío, eso es verdad. El área técnica se me sigue quedando pequeña. Les meto en unos problemas a los abanderados, a los cuartos árbitros… Aguirre para adentro, Aguirre para adentro… Me traen jodidos todo el partido.
-¿Y el VAR cómo lo lleva?
-Me gusta mucho. Reparte justicia a pesar de que a veces te pueda perjudicar. No me olvido nunca del último partido que dirigí en la Liga. Leganés-Real Madrid, 2-2. Hubo una mano de Jovic en el área de ellos a poco del final y no fueron a verla. Si hubieran pitado penalti y lo hubiéramos metido a lo mejor ahora estaría todavía entrenando en España.
-¿Le volveremos a ver en España si le llama un club español…?
-Estoy muy bien aquí. Soy feliz, espero cumplir mi contrato. Es una gran ciudad, un gran club, con un derbi local impresionante. Buena comida, buenos centros culturales… Está claro que a la Liga nunca se le puede decir que no. Tengo en casa en Madrid… pero en México me están tratando de maravilla. Me he paseado por siete países, tendría que contar los clubes... porque de memoria no me acuerdo. Habría que verlo.