492 minutos (y 47 años) sin marcar un gol en León
El Racing no consigue anotar un tanto en el campo de la Cultural Leonesa desde que Sebas lo hizo en diciembre de 1974. Luego jugó cinco partidos sin marcar
León no le da suerte al Racing. Especialmente en lo que a acertar en la portería de la Cultural se refiere. Están a punto de cumplirse 47 años del último gol marcado por un jugador racinguista en la capital leonesa. Es cierto que desde entonces el fútbol separó a la Cultural, que fue hacia abajo, y el Racing, que se instaló en el fútbol profesional, pero en las cinco ocasiones en las que los cántabros visitaron a los leoneses, dos en Copa del Rey y tres en Liga, se volvieron a Santander sin haber podido celebrar un gol.
El último tanto racinguista en León se marcó en el estadio Antonio Amilivia el 15 de diciembre de 1974. Fue un partido de Segunda y el autor del gol fue Miguel Ángel Sebastián, Sebas, el talentoso extremo santanderino, que marcó en el 48' el 0-1 que resultó definitivo. En los banquillos de ambos equipos estaban dos grandes amigos, Carmelo Cedrún y Maguregui, que habían sido muchos años compañeros en el Athletic. La temporada acabó con el Racing ascendiendo y la Cultural descendiendo. Tardaría 46 temporadas en volver a pisar el fútbol profesional.
Si las visitas a la Cultural, desde 2001 al estadio Reino de León, no le han dejado buenos recuerdos deportivos al Racing, sí han sido de los más gratificantes en lo social. El racinguismo se ha volcado en estos desplazamientos como en muy pocos otros. Para el partido del domingo se han despachado 1.081 entradas en El Sardinero, una auténtica barbaridad en la categoría, solo al alcance de clubes con gran músculo social, como el Depor o el Castellón. Esa cifra crecerá, seguro, con un par de centenares de racinguistas más que optarán por comprar entradas de Tribuna ya en el propio Reino de León el domingo.
Lo que será difícil de igualar será la invasión verdiblanca del día de San José de 2017. Más de 4.000 racinguistas tomaron el Reino de León (y durante toda la jornada el barrio Húmedo, el barrio Romántico y el resto de las calles de León. La Cultu de Rubén de la Barrera y el Racing de Viadero peleaban entonces por el ascenso (que acabarían logrando los leoneses), pero en el mano a mano se anularon mutuamente en lo que acabó resultando una fiesta del futbol. Sin goles, eso sí.