La defensa no tiene defensa
El Atlético volvió a evidenciar en Anfield una fragilidad preocupante. El equipo sale a más de un gol encajado por partido y, a nivel individual, también hay ciertas dudas.
El Atlético regresó de Anfield con una cornada complicada, la sensación de que en ningún momento estuvo cerca de ganar el partido y otra muestra de fragilidad que ya empieza a ser preocupante. El equipo empezó bien, pero prácticamente los dos primeros acercamientos del Liverpool acabaron el gol. Y los zagueros rojiblancos no salen nada bien parados de esas acciones. Simeone ha dicho que hay trabajo por delante y la defensa, la habitual fortaleza rojiblanca, necesita mejorar urgentemente.
Los números no engañan. Entre Liga y Champions, el Atlético ha jugado 15 encuentros y ha encajado 16 goles. No es nada normal que el equipo se vea con una media de más de un tanto por partido. Hace un año, en la jornada 11 de Liga los rojiblancos habían recibido 3 goles; y en esta llevan 10. En Champions, sólo el Liverpool le ha hecho cinco. Y tanto en un partido como en el otro, el Atleti llegó al ecuador del primer tiempo con dos goles en contra. Los de Simeone salen con lastre y, al menos al Milan sí le pudo remontar.
La derrota de Anfield deja también muy señalado a Felipe. El brasileño ocupó la vacante de Savic, que por fin ha cumplido su sanción, y se volvió con un suspenso rotundo. No sólo por la expulsión, una roja directa discutible por exagerada, sino que también sale retratado en los dos goles del Liverpool. En los dos servicios de Alexander-Arnold es superado por delanteros rivales. En el 1-0 cierra muy mal ante la entrada de Jota y en el segundo Mané se lo come en el área.
Dejar a su equipo con diez a la media hora fue la guinda a una mala noche que no es una excepción, sino que parece una tendencia. El equipo encaja más goles con él y sólo ha dejado la puerta a cero contra el Oporto. Savic es imprescindible, y eso que tampoco está al nivel del pasado curso. Mario Hermoso también sufrió lo indecible y desde bien pronto. En su defensa podrá alegar que enfrente tenía a uno de los futbolistas más en forma del planeta, Salah, pero es que el duelo fue muy desigual. Y ni siquiera Oblak parece el ángel de la guarda que ha sido siempre.
Los apuros de jugar con tridente
Simeone tiene tarea para frenar esta sangría, más allá de la justificación de que el equipo juega con más atacantes. En Anfield se notó la presencia de João Félix y Luis Suárez, dos futbolistas que no ayudan en las labores de defensa, y de ello se aprovechó sobre todo Alexander-Arnold. Correa sí se fajó, igual que suele hacer Griezmann. Porque el técnico tiene claro que lo de la defensa empieza desde los delanteros.
No obstante, hay otro debate sobre la mesa. El equipo acostumbra a jugar con tres centrales y en la plantilla hay únicamente cuatro: Savic, Hermoso, Felipe y Giménez, fiable pero con demasiadas lesiones. En verano se barajó la opción de tener una quinta pieza, pero se optó por confiar en Kondogbia y Vrsaljko para emergencias. Ya no se descarta sondear el mercado en busca de oportunidades, como Szalai (22 años, Fenerbahce). Pero ahora urge afinar con lo que hay, porque ahí están el pase a octavos en Champions y seguir en la pelea por la Liga.