Dembélé, una cuestión de fe
La confianza en el francés, tanto en su rendimiento como en lo conveniente de su renovación, se basa más en la intuición que en algo tangible después de perderse 98 partidos con el Barça.
Ousmane Dembélé (15-5-1997) tuvo una reaparición feliz en Kiev. Sergi admitió que jugó más de lo que estaba previsto porque el Barça lo necesitaba. Y el francés le dio otra cosa al equipo. Primero, acaparó atención de la defensa dle Dinamo de Kiev, lo que permitió encontrar más espacios, por ejemplo, a Ansu. Y, después del 0-1, demostró que a campo abiert.o, y sin estar aún en forma, es un jugador devastador. Huérfano como está el Barça de cracks, Dembélé está obligado a asumir un rol muy protagonista en este Barça. La temporada pasada, Dembélé ya dejó pinceladas. "Me llaman Etoo", llegó a bromear cuando Koeman lo colocó de falso nueve y fue capaz de hacer dos goles importantes al Sevilla y Liga y Copa. Las lesiones, como siempre, no le dejaron terminar al cien por cien la temporada y, para colmo, se lesionó en la Eurocopa.
A apenas ocho meses de terminar su contrato, Dembélé no deja de ser una cuestión de fe en el Barça. Seguramente, a día de hoy sea el jugador más desequilibrante del Barça y, con 24 años, todavía está a tiempo de ser un futbolista top en el continente porque, además, ha mejorado en el último año en la toma de decisiones. Sin embargo, no se puede obviar un dato: Dembélé ha dejado de jugar 98 partidos en el Barça. Tres lesiones graves, con operaciones en Finlandia, más un sinfín de problemas musculares, le han llevado a esa lista interminable de jornadas lejos del campo.
De las palabras de compañeros, técnicos y directivos se desprende que Dembélé ha olvidado los tiempos en los que era un satélite aislado en la plantilla. Las impuntualidades, los despistes (se presentó a un entrenamiento cuando era día de descanso), la mala alimentación.Todo eso es historia. Está implicado, de ahí que decidiese jugar pese a que aún no estaba a tope; y celebrase con ese puño cerrado el gol de Ansu. Dembélé también tendría como prioridad seguir en el Barça. Es consciente de que durante cuatro temporadas el club lo ha mantenido cuando su situación e historial de lesiones eran insostenibles. No le gustó que el club quisiera desprenderse de él y mandarlo al Manchester United en septiembre de 2020 para traer a Memphis, pero la temporada pasada se sintió más importante en el equipo. Eso cambió su visión y, más allá de la lesión y de los movimientos de sus agentes, parece tener aún la ilusión de triunfar de azulgrana.