El Racing necesita recuperar la magia liguera en Irún
El batacazo copero ante el Leioa obliga al Racing a dar su mejor versión ante el Real Unión. Soko, Medina y Carlos Castro serán baja por lesión
El Racing pasa mañana un examen de entereza en Irún. Tras ser vapuleado en la Copa RFEF por el Leioa el pasado miércoles, Romo y sus jugadores deben retomar el camino que venía llevando en liga, con tres victorias y dos empates en los cinco últimos partidos, concediendo un solo gol, si no quieren ver como el racinguismo se abre en canal. El Real Unión no será un rival fácil. Irregular, que ha llegado a acumular hasta cuatro derrotas seguidas, pero que ha conseguido enderezar su marcha en las tres últimas jornadas. Su calendario, hay que reconocer, ha sido durísimo en el arranque del campeonato.
Además de todo esto, visitar el Stadium Gal siempre es complicado. Es un buen equipo, hecho con la pretensión de pelear por el ascenso, tiene el respaldo de su afición y tiene un campo, justo en la ribera del Bidasoa, que a pesar de estar bien cuidado tiene un firme más blando de lo que suelen estar acostumbrados los rivales. Algo parecido a lo que sucede en El Malecón de Torrelavega, al lado del río Besaya. En cualquier caso, al Racing no se le da demasiado mal jugar en Irún: en los últimos 90 años ha jugado allí nueve veces y solo perdió en una. En Copa, ¡cómo no!, en 2002 con Manolo Preciado en el banquillo.
Para medirse al Real Unión, Romo no va a poder contar con uno de sus jugadores más determinantes: Patrick Soko. El camerunés es un arma letal en el ataque verdiblanco y, además, por su espectacular velocidad y potencia, suele condicionar el planteamiento de los rivales. Sin duda que Aitor Zulaika y su lateral izquierdo, el veterano Kijera, van a dormir un poco más tranquilos este sábado. Tampoco podrán jugar Unai Medina ni Carlos Castro, que no se entrenó hoy, pese a haberlo hecho con normalidad el viernes. Al revés que Jack Harper, que sí viajará a Irún. Lo más probable es que Bustos y Marco Camus se repartan las bandas, y que las intercambien a lo largo del partido, y que esta vez sea Jorrín el lateral derecho titular en detrimento de Mantilla. Salvo una nueva apuesta imaginativa del míster aprovechando la polivalencia de Íñigo, lo más probable es que el de Ampuero vuelva al doble pivote junto a Borja Domínguez.
El Real Unión también tendrá bajas, importantes además, en el caso de Bravo, Jagoba Beobide, Vivancos y Elizondo. La apuesta de Zulaika por la posesión parece adelantar un partido similar al que jugó el Racing frente al Depor: inicio de partido con el Racing concediendo el balón y negando los espacios, con paciencia, confiando en poder hacer daño a la contra o que el paso de los minutos le permita encontrar unas cuantas veces entre líneas a Pablo Torre. Gustará más o menos, pero es un plan que a Romo le viene funcionando en liga. No manda, no es superior, pero no sufre y sus jugadores de ataque acaban teniendo las suyas.
El entrenador del Racing sostiene, como está empíricamente demostrado desde que el fútbol es fútbol, que batacazos como el del miércoles en Copa ante el Leioa pueden pasar. De hecho, pasó. Pero lo que también puede pasar es que ese tipo de ridículos cargue de tensión a jugadores, técnicos y directivos. La temporada pasada, por ejemplo, Javi Rozada cayó en Copa del Rey en Mutilva y fue destituido en el siguiente partido tras empatar en Las Arenas (jugando 55' con uno menos). La mejor manera de que estas cosas no pasen, que efectivamente pueden pasar, es hacer las cosas bien. Y ganar.
(Foto superior: Álvaro Bustos, tratando de controlar para AS el balón con la PlayStation)