Memphis, el villano del Clásico
Perdió el balón clave del 0-1 con David Alaba y luego, ni le hizo falta ni le siguió. No fue capaz de marcar la diferencia contra Lucas ni inquietó a Courtois.
Uno de los 16 balones que perdió Memphis en el Clásico resultó definitivo en el desenlace. David Alaba lo recuperó y, además de no hacerle falta, el holandés abandonó su marcaje cuando el austriaco se había disparado hacia delante. La acción terminó en el 0-1. El Clásico, constructor tantas veces de héroes, le entregó a Memphis ayer el rol de villano. Hubo más, como su compatriota Frenkie de Jong; o como Mingueza, incapaz de frenar a Vinicius. Pero por las expectativas que levantó a principios de temporada, su partido en el Clásico no alcanzó el nivel esperado.
La estadística le concede a Memphis cinco oportunidades creadas, el jugador que más en el Barça. Sin embargo, dio la sensación de que el holandés no le sacó jugo al partido. Acostado a la banda izquierda por Ronald Koeman para intentar explorar las debilidades defensivas de Lucas Vázquez, nunca fue capaz de superarlo. En la primera parte probó desde fuera del área y el balón se le marchó a las nubes. Los datos del partido no reflejan ni un disparo más suyo en los 90 minutos. Demasiado poco para un jugador que llegó al Barça proclamando que sería una de las referencias ofensivas, y que se ha ido apagando en las últimas jornadas, en las que sólo ha marcado dos goles, y de penalti, en los últimos ocho partidos.
El poco gas que le quedaba a Memphis se le fue en la segunda parte. Su falta de recursos resultó chocante. No fue capaz de hacer la diferencia en ningún uno contra uno, ni siquiera de sacar un buen centro. Memphis apenas ha dejado de jugar quince minutos toda la temporada. Lleva ya más de 1.500 minutos entre el Barça y Países Bajos y no es el jugador fresco que cautivó en los primeros partidos, con sus destellos ante la Real y su gol en San Mamés.
Paradójicamente, la recuperación de otros delanteros como Ansu o el Kun no le ha beneficiado como se esperaba. Un futbolista que se relaciona bien con el juego como él debía subir su nivel con la presencia de socios, pero de momento ha sucedido lo contrario. Se le ve menos ágil y con menos ideas. Tal vez sea el momento de hacer un descanso.
El soufflé por Memphis, pues, ha ido disminuyendo. Y con él, las expectativas del Barça, que necesitaba jugadores que igualaran, al menos, las cifras de Griezmann. De Messi ya se conocía que sería imposible. Pero, de momento, el exjugador del Lyon se ha parado. Koeman, Schreuder y Larsson van a tener que trabajar para que trabajar con el delantero neerlandés para que recupere sensaciones y confianza, porque en los partidos grandes de la temporada (Bayern, Benfica, Atlético y Real Madrid) a Memphis no se le ha visto. Y si se le vio, como ayer, fue para salir en la foto del gol de Alaba. El villano del Clásico.